Cuando más intensos y variados sean los colores de los alimentos que tú y tu familia coméis, mejor. La variedad cromática del menú es garantía de unas defensas a prueba de ataques. Si estás más cansado/a de lo normal, te salen llagas en la boca, tienes pupas en los labios o sufres dolores musculares, necesitas impulsar tu defensa con:
§ ALIMENTOS NARANJAS Y ROJOS. Fuente primordial de betacarotenos, un pigmento antioxidante que se convierte en vitamina A a requerimiento del organismo, estos alimentos protegen los pulmones y fortalecen el sistema de defensas. Para que tu salud no se vea amenazada este invierno, aumenta el consumo de zanahorias, boniatos, calabazas, caquis, naranjas, mandarinas y mangos.
§ ALIMENTOS BLANCOS. El Yogur, el ajo, el nabo, la col, la cebolla, el puerro, etc. Previenen infecciones respiratorias y digestivas, gracias a su gran acción desinfectante.
§ ALIMENTOS VERDES. Ricos en clorofila, estos alimentos combaten los efectos secundarios de los fármacos y son un magnífico reconstituyente en periodos de convalecencia. Por otra parte, ayudan en el tratamiento de la anemia, un trastorno que reduce la resistencia a las infecciones. Contienen dosis muy abundantes de clorofila, las algas, los cereales, los brotes tiernos de alfalfa y de soja y la verdura de hoja verde.
§ ALIMENTOS AZULES Y MORADOS. Sus propiedades antibacterianas y anticancerígenas son razón suficiente para incluir en nuestro menú col lombarda, arándanos, moras, berenjenas, y grosellas.
Cuida tu Salud, Saludos.