Un reto en todos los sentidos. Un videoclip único, que, sin duda, marcará un antes y un después en las facturas audiovisuales de nuestro país. No sólo es el primer videoclip donde Melendi no sale, sino también el más conceptual y estético de toda su carrera. El vídeo muestra, con un metafórico baile, el camino hacia la evolución. Así, a través de varios escenarios, un grupo de bailarines encerrados en una realidad impostada, recorren los pasos hacia un mundo mejor guiados por la dirección que va marcando una mujer.
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