Por fin tenemos ante nosotros Pero no pasa nada, el disco debut de Amaia. Y parece mentira que asociemos la palabra debut con ella a estas alturas, y más después del año que nos ha brindado. Pero sí, Amaia afronta otra primera vez en su carrera publicando un disco que ha madurado a fuego lento como pocos artistas lo hacen a su edad. Tres singles, tres videoclips y una decena de conciertos después, sentimos Pero no pasa nada como un disco muy nuestro. 
Nada te parecerá igual cuando lo mires con otros ojos. Quizás las flores que viste arder en la tormenta de repente están impolutas esperando la noche. Quizás el piano que tocaste tantas y tantas veces ¡Puf! se desvanece y sólo quedan tus manos. Pero si algo te enseña Nadie Podría Hacerlo, la nueva canción de Amaia que se estrena como Cara B de El Relámpago, es que, si tienes dudas, si no te convence lo que estás viendo con tus nuevos ojos, siempre puedes volver a tus recuerdos para encontrarte y descubrir cuál es tu verdadero lugar. 
Estás en casa mirando por la ventana y le das play al nuevo single de Amaia. Pinta tormenta. Su voz aparece tímida, acompañada de piano, como los últimos rayos escondidos detrás de unas nubes que se acercan. Sales a la calle y empieza a llover. Miras al cielo y las gotas caen con fuerza mientras escuchas cómo ella sigue destellando. Ahora bajo, batería, guitarras y teclados bañan tu cara. “Por fin llueve”, piensas. Vuelves a levantar la cabeza y un Relámpago rompe el cielo. Repentino, poderoso y desbordante. ¿Te suena? Es la fuerza de la naturaleza, es Amaia en estado puro.
Parece que sí. Hay alguien detrás del cristal, dice la canción. ¿Es ella o no es ella? Recuerda a aquella voz que nos enamoró a todos. Está pequeña, tímida. Sin fuegos artificiales. Pero aun así emociona. Llega. Toca. Tiene que ser ella. ¿Habrá más? ¿Por qué ha tardado tanto? ¿De qué se esconde? Habla de Un nuevo lugar… ¿Qué habrá allí? Quizás nos encontramos a una nueva Amaia. O quizás a la de siempre. O quizás no es ella.
