2018/12/14

BLAS CANTÓ REGRESA CON NUEVO SENCILLO "NO VOLVERÉ (A SEGUIR TUS PASOS)"

Blas Cantó (Ricote, Murcia, 26 de octubre de 1991) es para el gran público, en primer lugar, un joven cantante cuya participación en el programa Tu cara me suena deslumbró a los espectadores de toda España. Pero Blas no es sólo eso. Anteriormente ya tenía una bien ganada reputación como puntal del grupo vocal juvenil Auryn, posiblemente el grupo vocal juvenil más popular y famoso de la historia del pop en nuestro país.

<<<VÍDEO<<TEMAZO<<EX AURYN<<<

ELIGE PLATAFORMA MUSICAL

Pasados casi diez años desde sus comienzos profesionales en Auryn, y casi dos años desde que terminó su paso por aquel programa de la pequeña pantalla, Blas Cantó lanza el 14 de septiembre de 2018 su primer álbum en solitario, el álbum Complicado, un disco que muestra al fin la verdadera personalidad del joven murciano, todo un fenómeno en el presente de la música pop hispana.

“Una de las primeras cosas que me planteé antes de elegir el repertorio y grabar las nuevas canciones fue la necesidad de mostrarme al fin como soy. Para conseguirlo debía poner mi propio granito de arena y lanzarme a componer. Me convencí de que lo que yo estaba haciendo era comunicación y por ello tenía que contar historias propias y tenía que hacerme entender. Al mismo tiempo que amo cantar en inglés, comprendí que tenía que cantar en mi idioma materno. Ahora he descubierto que me gusto componiendo y que necesito seguir haciéndolo. Con esos propósitos empiezan a nacer las canciones de mi primer álbum en solitario, pero trabajando en equipo, con ayuda y aportaciones de mucha gente importante”.

El primer álbum de Blas Cantó incluye 16 canciones de muy diverso pelaje que muestran en conjunto la capacidad del joven cantante murciano para afrontar los más diversos estilos y poner en cada uno de ellos un sello propio. Blas se estrena como autor, puliéndose junto a maestros y amigos, trabaja con diversos productores, en varios estudios, para conseguir un disco de puro pop para mentes abiertas y sin prejuicios. Las sorpresas están servidas. Comienza el espectáculo.

El álbum, canción a canción
“El álbum se llama Complicado porque ese fue el primer tema que hicimos en español. Yo soy coautor y Yadam González es, como en la mayoría de canciones que compongo, el productor”. Detrás de cada canción y del álbum en conjunto hay todo un equipo de músicos trabajando, trabajando como me gusta, como en familia, cada uno de ellos aportando una nota de color al mismo, Anders Bagge, Manu Chalud, Antonio Rayo, Santiago Deluchi, Dangelo, Ricky Furiati, Rubén Villanueva, Mike MacAllister, Tony Sánchez Ohlsson y muchos más nombres.

1. Él no soy yo. Es una canción maravillosa escrita por todo un equipo de amigos (Antonio Rayo LeRoy Sánchez, Rafael Vergara y Manuel Herrero Chalud). Habla de que el amor no soy yo. Es un grito de esperanza. Invita al optimismo.

2. No volveré a seguir tus pasos. Es para mí una de las canciones más importantes del disco, de las últimas que llegaron y ahora creo que es imprescindible. En ella colaboran conmigo Álex Ubago y Raúl Gómez, Dangelo, otros amigos y, posiblemente, acabe siendo unos de los singles del disco.

3. Save me. Es una composición de Tony Sánchez Ohlsson que habla de alguien que emite un grito de ayuda y habla sobre mí. A veces pido socorro porque mi manera de comunicar puede resultar un poco hiriente. Esta canción me salva de mis propias palabras. Dice ‘prefiero pedirte ayuda a que me dejes ir’. Son letras muy honestas.

4. In your bed. Ya en la recta final de la participación en Tu cara me suena, tocó a mi puerta Anders Bagge, un compositor y productor sueco interesado por mi trabajo hasta entonces. Anders me regaló una joyita. Fui a Estocolmo a grabarla y todo se me hizo muy fácil. El mismo día que terminó mi participación en Tu cara me suena se lanzó el single In Your Bed, mi primera canción como solista. Es una banda sonora en ella misma. Música pura y total. La primera vez que la escuché me puse a llorar. Sobre el escenario es de las que más disfruto.

5. Dejarte ir (feat. Leire Martínez). No la escribí yo pero estuve muy encima de esta canción. También hice algunos cambios en las letras. Me llegó en inglés pero finalmente la llevamos al castellano. Su autor es Raúl Gómez, compositor de la última canción representante de España en Eurovisión. Habla de que, a pesar del dolor, hay momentos en los que hay que soltar lastre.

6. Complicado. Con canciones como esta comprendí que tenía necesidad de hablar de mí para que me conocieran. Cuando me miraba al espejo y me decía ‘qué difícil es ser yo’, empieza a nacer. Aunque, pienso, tampoco está mal ser un poco difícil, ser diferente… Somos muchas cosas aunque quieran que seamos sólo una. [jajajá] No creo que todos tengamos que ser iguales cortados por el mismo patrón.

7. Algo más (feat. Beatriz Luengo). Es una canción que habla sobre la violencia de género sin mencionarla. No es explícita. Está hecha de una manera muy delicada y te la puedes imaginar a tu antojo. Dice: ‘Siempre falta tiempo en el reloj, pero no en tu corazón, sonrías escondiendo tu fragilidad y disfrazabas lo peor’. Tenía que cantar eso porque estuvo cerca de mí en mi vida.

8. Héroe. Está dedicada al presentador de radio y televisión Josep Lobató, afectado por una enfermedad terrible que le impide comunicarse, que le llevó a quedarse sin voz. Me ha parecido estremecedor. Creo que ha quedado como si la cantara él. Habla sobre el altruismo y las ganas de ayudar a los demás. La canción dice “Si se apaga mi voz, si en el camino se pierde mi corazón, estarás ahí y yo voy a seguir tus pasos. Si se apaga mi voz, vas a romper el silencio por los dos, estarás gritando para que yo pueda volver”.

9. Sed de ti. Me llegó de la mano de Pedro Elipe, el teclista que me acompaña siempre sobre los escenarios. Es la canción más sexual del álbum, es desgarradora, intensa… Confieso que soy bastante discretito y al principio me daba cierta vergüenza interpretarla.

10. Drunk & Irresponsible. Fue mi segundo single. Es una canción que está ahí para pasarlo bien, una invitación a desinhibirte. Está en la onda de otras nuevas canciones del disco como Back To The 80s. Pero que conste que ni soy bebedor y creo ser bastante responsable aunque me guste cantar historias que no he vivido”.

11. Si eres tú. En principio era en inglés y finalmente la pasamos al español. Originalmente se titulaba What if you y nuestra idea era que fuera en el álbum en su versión original. Pero a medida que avanzábamos e iba tomando forma la idea de cantar más canciones en castellano, esta fue una de las candidatas a cambiar. La adapté yo mismo a última hora, en casa hice la letra, y la grabamos horas antes de dar por finalizado el disco. Fue un acierto.

12. Desde mi infierno. Dangelo empezó esta canción. Él tiene la capacidad de llevar canciones a otra dimensión con sus letras. Al principio me parecía muy clásica pero le cambiamos la letra, bajamos el tono, y cambió totalmente. Habla de cuando te olvidas de amar pero te enredas con tus ganas de estar con esa persona. Me emociona mucho cantar esa canción.

13. Back to the 80s. Es el ejemplo perfecto de lo que a mí me gusta hacer en inglés, que es el espectáculo, pasarlo bien, y que habla de volver a los 80 y disfrutar en la pista.

14. Tan solo un recuerdo. Es una canción que sólo irá en la versión especial, en principio cantada en inglés. Me resulta emocionante llegar a no ser más que un recuerdo. Lo que me da rabia al explicarla es que tenga un título tan explícito. Lo dice todo.

15. What if you. Es la versión original en inglés de Si eres tú. Está incluida como un bonus track en la versión especial del álbum.

16. Treat her right es la versión en inglés de Algo más, sólo disponible en la versión especial de Complicado.


Historia de una vida, una voz, una vocación

Blas siempre mostró una gran preocupación por la comunicación, una preocupación que siempre pasaba por su voz. Mientras unos dibujan, bailan o escriben, él, desde muy niño, eligió cantar, siempre tomándoselo muy en serio. Esa inquietud se traducía en perfeccionismo, en su autoexigencia a la hora de interpretar. Blas se recuerda cantando de niño el cumpleaños feliz tomándose en serio su interpretación, escuchándose detenidamente para intentar mejorarse en la siguiente intervención familiar. Sus primeras actuaciones fueron encima de una mesa en alguna reunión familiar, algún bautizo o cumpleaños. “Mi madre me cuenta muchas cosas de mis intervenciones familiares. Me comenta, por ejemplo, que cuando todavía no caminaba, yo me movía con el andador e iba derecho hacia el aparato de radio y me quedaba escuchando detenidamente lo que sonaba. Nací así. Creo que la frase que más a menudo escuché cuando era niño es ‘Chiqui, canta algo”.

Al parecer, Blas no buscaba las miradas familiares ni que le pidieran que cantara. Le gustaba simplemente cantar pero hacerlo solo cuando se lo pedía el cuerpo. Aunque una vez superada la vergüenza inicial, cuando aceptaba subirse a la mesa, ya no había quien lo bajara.

No existen muchos ejemplos en su familia de personas relacionadas con la música. Su abuela paterna estuvo en un coro, al parecer también hubo algún bisabuelo… Sin embargo, su inquietud por la música aparece bien pronto y se va desarrollando a medida que se fue haciendo mayor. A medida que pasaban los años y crecía el número de personas que venían a escucharle, Blas se fue liberando, como si buscara así cierta evasión. Cuantas más personas le escuchaban, mayor era su desinhibición. “Todavía hoy, cuando tengo que hacer un concierto acústico o cantar a capella, siento cierta vergüenza. Me cuesta arrancar aunque al final siempre le cojo el gusto”.

A los cuatro años, el niño empezó a tomar clases en la escuela de música y pasado un tiempo se adentró en los entresijos del piano y de la trompeta en el Conservatorio De Molina de Segura. “Hace mucho que no toco ningún instrumento. Creo que nunca se me dio muy bien. Yo creo que siempre sentí que mi instrumento era este”, comenta señalándose la garganta. “Tocar un instrumento con las manos no me hacía feliz aunque fuera feliz al conservatorio porque la música ya era mi pasión. Recuerdo que mi madre siempre me preguntaba si me gustaba lo que estaba haciendo. En ese aspecto, mi infancia no tiene nada que ver con la que tuvieron Michael Jackson o Luis Miguel”.

A los ocho años Blas empezó a tener maestros. Todo empezó cuando su madre le preguntó si quería presentarse a los premios Veo Veo, organizado por Teresa Rabal. En su casa había vinilos de Teresa y él ya sabía quién era aquella señora. Al niño Blas le gustó la idea y allí se presentó con su madre. Aquel día cantó Granada, de Agustín Lara. “Yo me crié escuchando a gente como Joselito y Marisol y aquella canción seguramente la aprendí escuchando la versión de Joselito. Hice el casting y recuerdo que canté mucho aquel día, pero la verdad es que yo no tenía mucha técnica”.

Pasados unos meses, el tenor murciano Ginés Torrano Soler se interesó por el chico. Blas y su madre fueron a visitarlo y, tras escucharle cantar, don Ginés propuso empezar a darle clases de canto un par de veces por semana, clases que nunca les cobró, sabedor de los escasos medios económicos de la familia. Allí fue donde Blas empezó a perfeccionar su técnica. Blas pasaba también muchas horas en casa de don Ginés no solo conociendo su voz sino también conversando y escuchando al maestro.

Blas, cantante de la familia, del pueblo, de la ciudad, de todos
Mientras Blas se criaba entre maestros, discos, radios y micrófonos, crecía en él el deseo de ofrecerse a un cada vez más amplio abanico de público, un deseo secreto e íntimo, pero siempre firme. Sin admitir mediocridades, Blas fue perfeccionando sus armas a medida que fue haciéndose mayor.

Él siempre ha cuidado mucho la voz. No suele tomar helados, no trasnocha, no va a piscinas y ha renunciado a muchas fiestas para mantenerse en forma. Desde el principio, cantar, además de ser ocio, era responsabilidad, y si subía a un escenario era para hacerlo bien. “Yo disfrutaba pero no me podía permitir hacerlo regular. Eso también me ha traído algún quebradero de cabeza porque siempre he sido demasiado exigente conmigo mismo. Recuerdo que yo le decía a mi madre ‘Hoy canto mejor que ayer pero peor que mañana. Ese era un lema en mí. Era algo que veía y que comprobaba porque mi madre lo grababa todo y, aunque no me gustaba verme, me estudiaba. No recuerdo un día en el que no estuviera cantando”.

Poco a poco, fueron entrando los primeros dineritos que su madre iba guardando cuidadosamente. No hubo un momento preciso en el que el ya joven adolescente sintiera que podía seguir cantando como profesional. Todo llegó poco a poco. Fue finalista del concurso Eurojunior en 2004. Llegó a la final junto a una niña llamada María Isabel (Antes muerta que sencilla). Y mientras se hacía mayor, iba terminando los estudios, sacaba la Selectividad y se enfrentaba a la gran decisión: elegir un futuro. “No tenía ni idea de qué me iba a hacer feliz. No quería que mi madre se gastara un dinero para nada. Me encontraba en un punto incapaz de escoger una carrera que me hiciera feliz. Mi plan B era mi plan A. O, mejor dicho, mi plan B podía ser cantar en otras dimensiones. El entretenimiento ha existido siempre, desde cantar en el metro a cantar en grandes producciones, pasando por hoteles o en pequeñas giras. Todos son medios de vida, muy respetables en todas sus dimensiones. Yo las he probado todas”.

Y llega Auryn
Cuando Blas llega a Madrid en busca de nuevos horizontes, conoce a Magí Torras con quien empieza a hablar de proyectos. Al margen de que Blas pudiera emprender algo en solitario, Blas recuerda cómo entendió que podía hacer algo distinto. Al mismo tiempo que imaginaba con Magí un proyecto nuevo, apareció en el mercado One Direction. Fue una coincidencia según él. Blas sigue pensando hoy que Auryn y One Direction coincidieron en el tiempo de forma totalmente casual, quizá porque su generación lo precisaba.

Los comienzos de Auryn fueron lentos. Magí fue reuniendo a los chicos para que fueran a probar voces, que se compaginaran, dirigiendo individualmente a unos y otros, intentando que aprendieran inglés, porque iba a ser su idioma para comunicarse. “Al principio no sabíamos de lo que estábamos hablando ni lo que cantábamos. Cantábamos casi todo en inglés, quizá algo en español, el Déjame de los Secretos, y poco más. No sabíamos lo que decíamos. Por eso empezamos a tomar clases de inglés”.

“De aquella etapa lo saco todo positivo. Yo me descubrí con Auryn, donde descubrí lo que era cantar en equipo, cantar en inglés… Yo, que en principio era muy baladista, descubrí lo que era cantar con ritmo, up tempo, descubrí mi voz, me entrené. Nunca había imaginado estar en un grupo ni tomar tantas decisiones en equipo. Entonces, también aprendí a ser más dócil dialogando”.

Para Blas, lo más importante fue también comprobar cómo Auryn había llegado a ser considerada la boy band más importante de la historia del pop en España. “Verme en el Palacio de Deportes, nominado en los Premios 40 y recibiendo los premios revelación para mí fue algo inolvidable, algo increíble”.

“Otro momento especial fue ser tan bien recibido en México, un lugar soñado por mí. Yo he sido fan de Ana Gabriel, de Juan Gabriel, de Alejandro Fernández, de Luis Miguel, de Yuri, y México para mí es la cuna de muchas historias. Me parecía un sueño estar allí y sentirme tan cerca de Selena Quintanilla. Me sentía como en una película. Espero regresar para sentirme otra vez tan cercano a personajes como El Chavo del Ocho. Y no sólo México, también guardo recuerdos muy especiales de Argentina, un país muy cercano emocionalmente para mí, gran admirador de su música, de artistas como Pimpinela, dúo que también ha ocupado un espacio importante en mi vida, era lo que se escuchaba en casa”

Al mismo tiempo que estaba en Auryn cosechando éxitos, Blas se enteraba del interés de una productora de televisión por su faceta interpretativa, o mejor dicho, por el Blas Cantó camaleón, capaz de convertirse en Raphael, Nino Bravo o Cher gracias a la magia del maquillaje y su increíble talento. Llovieron las ofertas para que entrara, de una u otra forma, en el programa, ofertas que a él le parecieron siempre incompatibles con su participación en el quinteto. Sólo aceptó cuando ya parecía irreversible el final del grupo. El anuncio del final de Auryn coincidió con el anuncio de la participación de Blas en el programa. “Auryn se rompió por exceso de trabajo, por estrés, por agotamiento y cansancio. Ya no estábamos a gusto. Se puede decir que el fin de Auryn fue culpa del éxito de Auryn. Estábamos al límite y cuando algo llega al límite, lo mejor es ponerlo en pausa. Si no, mataríamos la esperanza de regresar algún día. Auryn nos lo dio todo y eso no podemos borrarlo de nuestras vidas. Yo lo aposté todo por Auryn y creo sinceramente que ha sido la mejor experiencia de mi vida. Que alguien pueda pensar que Auryn acabó por mi culpa me hace daño”.

Blas confiesa ahora que su participación en Tu cara me suena le permitió descubrir cosas que él nunca sospechó que pudiera llegar a hacer. Blas descubrió, entre cosas desconocidas, su voz y también su capacidad interpretativa. “De cada personaje descubrí cosas y también descubrí que tenía muchas cosas de cada uno de los ellos”.

Para entonces, Blas Cantó ya intuía que estaba próximo el inicio de su carrera como solista. Después de haber pasado por un grupo y de haber intervenido en un programa de imitaciones, estaba listo para emprender el vuelo en solitario y mostrar tal y como es el auténtico Blas Cantó.

Comenzaba así un capítulo decisivo en la vida de Blas Cantó, una historia que arranca en estos días con la publicación del álbum Complicado y cuyos renglones de oro están aún por escribir. El futuro más brillante está en manos de un artista con mayúsculas, de un cantante que, de los pies a la cabeza, tiene madera de ídolo de primer orden.

No hay comentarios:

Publicar un comentario