Tras un primer trabajo avalado por sus buenas críticas y fruto de la más absoluta independencia, el músico granadino lanza su esperado segundo LP. Aunque los arreglos de cuerda y los aires psicodélicos vuelven a protagonizar este disco, Siles da un paso más, facturando un complejo y personal álbum conceptual en el que cuenta con colaboradores de primera división como Alondra Bentley, Gabriel Marijuán (Tulsa) o Carmen Boza.
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Cuatro años después de un disco de debut que le posicionó como uno de los autores más prometedores de la escena independiente, Carlos Siles (Granada, 1984) regresa. Lo hace con un nuevo LP, que lleva por título Doce maneras de esperar el final. Siles (voz, guitarras acústicas, guitarras eléctricas y teclados) se torna más sombrío y complejo respecto al melancólico e inocente primer disco. Sin perder el minimalismo musical y el protagonismo de los instrumentos de cuerda que caracterizan su trabajo, el granadino publica en unas semanas un disco más introspectivo y arriesgado.
Una vez más, ha sido Antonio Astray (Paul Collins, The False Friends...) el encargado de producir este disco. El músico, afincado en Madrid, ha contado con compañeros de viaje como Alondra Bentley y Carmen Boza, que ponen voz a dos de los temas del nuevo disco, Gabriel Marijuan (Tulsa, Christina Rosenvinge...) a la batería, además de Javier Fernández (piano), Elena Pérez (violoncelo y coros) y Luis González (contrabajo), habituales en los directos.
Doce maneras de esperar el final logra atmósferas bastantes singulares en las que podemos ver fuertes
influencias de artistas como Elliott Smith, Elvis Perkins, Donovan, T-Rex... y, por supuesto, un aire a
The Beatles que siempre ha caracterizado el trabajo de Carlos Siles. Un tratamiento del sonido crudo y áspero, inevitablemente comparable a las grabaciones de finales de los 60 y principios de los 70.
Tras la estela de un notable primer asalto
Han pasado casi cuatro años desde que Carlos Siles publicara su primer disco, Cuántas veces habré intentado que juegues conmigo (Flor y Nata Records, 2009). Un disco sin pretensiones que se coló en los medios de comunicación para sorpresa de todos. Radio 3, Onda Cero, Cadena Ser, COPE, Sol Música, EFE EME, 20 minutos... Cuántas veces habré intentado que juegues conmigo consiguió una repercusión sobresaliente sin
apenas presupuesto ni apoyo de agencias de booking o management.
Producido por Antonio Astray y contando con la colaboración de amigos como Zahara, Aroah o Luis Ramiro, Carlos Siles se posicionó como uno de los músicos más arriesgados y prometedores del emergente panorama indie-pop. Muchos medios apuntaban a la influencia de grupos como The Beatles o Elliott Smith y al buen engranaje de los pocos instrumentos que protagonizaban las canciones, rozando la psicodelia en muchos de sus temas con tan solo piano, violonchelo y guitarra acústica.
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Cuatro años después de un disco de debut que le posicionó como uno de los autores más prometedores de la escena independiente, Carlos Siles (Granada, 1984) regresa. Lo hace con un nuevo LP, que lleva por título Doce maneras de esperar el final. Siles (voz, guitarras acústicas, guitarras eléctricas y teclados) se torna más sombrío y complejo respecto al melancólico e inocente primer disco. Sin perder el minimalismo musical y el protagonismo de los instrumentos de cuerda que caracterizan su trabajo, el granadino publica en unas semanas un disco más introspectivo y arriesgado.
Una vez más, ha sido Antonio Astray (Paul Collins, The False Friends...) el encargado de producir este disco. El músico, afincado en Madrid, ha contado con compañeros de viaje como Alondra Bentley y Carmen Boza, que ponen voz a dos de los temas del nuevo disco, Gabriel Marijuan (Tulsa, Christina Rosenvinge...) a la batería, además de Javier Fernández (piano), Elena Pérez (violoncelo y coros) y Luis González (contrabajo), habituales en los directos.
Doce maneras de esperar el final logra atmósferas bastantes singulares en las que podemos ver fuertes
influencias de artistas como Elliott Smith, Elvis Perkins, Donovan, T-Rex... y, por supuesto, un aire a
The Beatles que siempre ha caracterizado el trabajo de Carlos Siles. Un tratamiento del sonido crudo y áspero, inevitablemente comparable a las grabaciones de finales de los 60 y principios de los 70.
Tras la estela de un notable primer asalto
Han pasado casi cuatro años desde que Carlos Siles publicara su primer disco, Cuántas veces habré intentado que juegues conmigo (Flor y Nata Records, 2009). Un disco sin pretensiones que se coló en los medios de comunicación para sorpresa de todos. Radio 3, Onda Cero, Cadena Ser, COPE, Sol Música, EFE EME, 20 minutos... Cuántas veces habré intentado que juegues conmigo consiguió una repercusión sobresaliente sin
apenas presupuesto ni apoyo de agencias de booking o management.
Producido por Antonio Astray y contando con la colaboración de amigos como Zahara, Aroah o Luis Ramiro, Carlos Siles se posicionó como uno de los músicos más arriesgados y prometedores del emergente panorama indie-pop. Muchos medios apuntaban a la influencia de grupos como The Beatles o Elliott Smith y al buen engranaje de los pocos instrumentos que protagonizaban las canciones, rozando la psicodelia en muchos de sus temas con tan solo piano, violonchelo y guitarra acústica.
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