Después de años de experimentación y estudio, Tat Satie ha alcanzado la madurez musical para dar vida a su primer gran proyecto. Un proyecto sensible y sincero que llega en un momento crucial de la actualidad donde hacen falta aires nuevos y música en la que creer.
Con un puñado de canciones bajo el brazo y una idea concisa en cuanto al sonido que buscaba, Tat Satie se encerró en Reno Estudios y junto a Karin Burkhalter fue puliendo lo que terminaría siendo “Viajes Frágiles”, su primer disco. No contento con esto, decidió masterizarlo en Abbey Road Studios dejando que Sean Magee pusiera el broche final a los matices que había plasmados en la producción.
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Tintes de Soul, R&B y música étnica junto a letras que vagan entre el misticismo y la poesía, se conjugan de manera íntima para transportar al que las escucha hacia estados desconocidos, de ahí la imposibilidad de etiquetar su música. Tat Satie es un artista inclasificable. ¿World Music? ¿Fusión? Podrían valer todas y ninguna, pero lo único cierto es que Tat Satie no entiende de fronteras y eso se percibe en sus composiciones. Cualquier instrumento, estilo o lenguaje es bienvenido siempre que él sienta que tiene algo que aportar. En “Viajes Frágiles” podemos escuchar un sitar, una guitarra flamenca, un saxo, un laúd, un fliscorno o una tabla india, amén de los instrumentos más comunes, entrelazados y en armonía, tocados magistralmente por músicos habituales del jazz, del blues o de otros grandes artistas inclasificables como Ara Malikian.
“Viajes Frágiles” te adentra en las raíces musicales del mundo en un trayecto único a través de los 5 continentes. Un viaje por los sentidos, cuya pureza te transportará, te hará volar y una vez la respires quedarás atrapado. Cuando un artista decide apostar por sí mismo, ir contracorriente y mostrar al mundo su particular visión de la música hay que pararse a escucharlo, es necesario prestarle atención.
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