La Fuga
“Rendirse no es ninguna opción que quede dentro de este corazón”. No sé si llamarle verso o más bien desafío a la frase de “Opciones”, la última canción del disco pero también la primera que hicieron pública los de Reinosa, allá por septiembre de 2010.
Después de sobrevivir a tiempos de nubarrones y claroscuros, el grupo ha regresado con un álbum más luminoso de lo que hubiéramos podido presumir, tanto lírica como musicalmente, aspecto este último en el que igualmente han recuperado los bríos perdidos. De ahí vienen el título: ¿Que truena ahí fuera? Pues habrá que fortalecer las raíces. Y por eso Alberto Cereijo (Los Suaves) dispara mil notas en el solo de “Gripado corazón” (“Sin nubes negras, sin espinas que guardar”). Y es por ello que escuchamos cantar a Boni en “Arde el viernes” (“Queda noche por beber, mucho ruido por hacer”), himno con el que prenderle fuego al fin de semana en el que también suena la guitarra de su compañero en Barricada, Alfredo Piedrafita.
“Quisimos continuar con la línea que hemos seguido durante todos estos años, que es la que nos ha gustado a nosotros siempre, sin necesidad de forzar nada”, confiesa Edu sentado en la sala de estar de Sonido XXI, el estudio de Javi San Martín, su productor habitual. Cierto es que la voz de terciopelo del pamplonica Pedro Fernández marca un antes y un después en la historia de la banda, pero cualquier seguidor reconocerá a su grupo en las diez canciones de `Raíces' (once en la versión digital), por mucho que se hayan engalanado con una encomiable diversidad de arreglos; a destacar la multitud de guitarras dobladas, el slide en el descarnado “De pasajeros” o la mandolina y el punteo de bajo fretless -con el santanderino Raúl Serrano han ganado un bajista de verdad- en la sincera balada “Espinas de cristal” (“Refúgiate tú solo, no tendrás a nadie más”). Otra buena muestra de tan elaborada ornamentación es el talk-box de “Ganas”, que unido a las frenadas en seco del estribillo, llevará a la oreja curtida más allá del rock ibérico al símil con Bon Jovi.
Lo fácil habría sido fugarse, cambiarle el nombre al grupo, pero Nando y Edu han asumido el riesgo de dar la cara y defender su sueño aun sabiéndose expuestos a la sabandija literaria y a la retórica envenenada. Muestra de la confianza de la nueva formación tras el beneplácito del público en la gira del año pasado son las palabras de Pedro, precisamente el músico al que se seguirá mirando con lupa: “La Fuga sigue aquí, más viva que nunca”. Se palpan la unidad, la ilusión, la felicidad recuperada. “Somos una banda y aquí no funciona lo que diga uno, sino la mejor idea”, asegura Nando con un destello de alivio en los ojos. Brindo por ello, también por su presencia en Viña Rock, y por los demás festivales y conciertos que vendrán, incluido un nuevo tour latinoamericano.
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