2012/06/14

DRY THE RIVER ANUNCIA SU PRIMERA GIRA ESPAÑOLA QUE PASARÁ POR BARCELONA (4 DE SEPTIEMBRE) Y MADRID (6 DE SEPTIEMBRE)

Dry the River, una de las bandas revelación de la temporada, acaba de anunciar su primera gira por España, que tendrá lugar dentro del Budweiser Live Circuit. En estos conciertos, en los que también actuará Los Campesinos, Drive the River pasará por:

04 septiembre                      Barcelona (Music Hall)
05 septiembre                      Ciudad y sala por confirmar
06 septiembre                      Madrid (Sala Copérnico)

Peter Liddle (voz, guitarra), Matt Taylor (guitarra), Scott Miller (bajo), Will Harvey (violín) y Jon Warren (batería) integran Dry the River, la banda del momento en Reino Unido. Formada en Londres y elaborando una mezcla, definida por The Guardian, de “folk, Americana, gospel e indie rock” y relacionada “con Fleet Foxes, Mumford & Sons, The Mariner’s Children y James Vincent McMorrow”, Dry the River ha publicado su álbum de debut Shallow Bed, tras situar un primer EP (Weights & Mesures) el nº1 en la lista Top 20 de NME.


La revista Q ha situado a la banda como una de las grandes realidades para 2012 gracias a la acogida de los dos primeros singles, No Rest  y Weights & Mesures (incluidos en Shallow Bed), que reflejan un lirismo inusual, un excepcional cuidado de las armonías vocales (no en vano Dry the River cita como influencias a Paul Simon y Fleet Foxes) y una densidad musical tratada desde una óptica muy personal. Dry the River ya ha comenzado su salto a Europa (con conciertos en Estocolmo, Hamburgo, Colonia, Viena...) y a Estados Unidos (Los Angeles, San Francisco).

“Creo que la gente se sorprende cuando viene a nuestros conciertos” dice Peter Liddle. “Esperan que seamos unos tipos tranquilos y se encuentran justo con lo contrario”. La gente se confunde porque esta banda tiene el aspecto de la última sensación folk: un nombre sencillo, barbas, guitarras acústicas y un violinista. Pero las actuaciones de Dry the River se parecen más a algo que emerge del postpunk y del hardcore, con letras que parecen salidas de Steinbeck y una paleta de sonidos que recorre desde lo suave a lo más tormentoso.

Liddle es un pilar de Dry the River. Nacido en Noruega de padres ingleses, en sus años jóvenes no paró quieto en un lugar porque su padre era ingeniero de la industria petrolera. “Quizá por eso tengo obsesión con pertenecer a alguna comunidad, algo de lo carecí de niño”, dice. Liddle comenzó a cantar en el coro escolar y cuando regresó a Newbury de adolescente se encontró con Matthew Taylor, Will Harvey, Scott Miller y Jon Warren que estaban en otras bandas ensayando en el Waterside Youth Center. “Era un local mugriento y cool y allí ensayaban grupos locales de todo tipo”. Liddle estudió Antropología en Bristol antes de ir a Londres y continuar con Medicina. “No sé si quería salvar vidas. Me veía más en el laboratorio que con la gente, con una bata blanca y un microscopio, investigando las enfermedades”, dice.

En este tiempo, la música era su principal distracción y la guitarra acústica le llamaba. Comenzó a escribir canciones folk en su colegio mayor y, durante un verano, las grabó con sus amigos, que ya estaban en Londres. Poco después, Liddle se embarcó solo en una gira con el nombre de Dry the River y, de vuelta a la capital, reunió a la banda para debutar en Lexington. El éxito del grupo dejó los libros aparcados y, durante seis meses, los conciertos se extendieron por Europa, Reino Unido y las Hébridas.

Cuando no estaban de gira, los cinco vivían en una casa de Stratford (al este de Londres) en condiciones casi medievales, durmiendo en colchones en el suelo, pisándose para ir al baño por la noche. “Lo normal en estos casos”, dice Taylor. “Así nos conocimos mejor, como hermanos que saben cuando hay que dejar al otro en paz”. En marzo de 2011, Dry the River viajó a Bridgeport (Estados Unidos) para grabar su primer álbum con el productor Peter Katis (The National, Interpol…). “Buscábamos a alguien capaz de trabajar en analógico sin que sonase a un antiguo disco folk, que supiese reflejar la energía de nuestros conciertos”, continúa Liddle. Y entre sesión y sesión, la banda comenzó a tocar en Nueva York.

De regreso a Reino Unido, la banda continuó su ascenso, con presencia en Internet, el primer EP agotado y los festivales importantes detrás. En marzo de 2011 tocaron en South By South West sin el batería por problemas de visado. “Decidimos poner los amplis a tope y tocamos como si Jon estuviera allí”. En septiembre, Dry the River colgó el “No hay entradas” en Scala de Londres, antes de lanzar el primer álbum. “Estaría contento si la gente no nos ve como otra banda indie folk más”, termina Liddle. “Nos hemos dejado la piel en cada nota, el disco tiene grandes melodías…  y muchas cosas más”.

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