El barcelonés
Shuarma ha necesitado tres discos para encontrarse. Comenzó en 2007 su carrera
en solitario con “Universo”, y reaparecía tres años más tarde con “El poder de
lo Frágil”. Quedaban algunas grietas. Y curiosamente, ha sido de ellas de donde
ha sacado lo mejor de su obra. Porque pese a que en sus anteriores álbumes ya
apuntó algunas perlas de canciones, ni él mismo se imaginaba adónde llegaría con
este “Grietas”, que saldrá a la venta el 13 de marzo. Sin duda, la mejor de sus
sorpresas. Un álbum impresionante. Bello y contundente. Nacional e
internacional. Sin complejos.
“Grietas”,
producido por Santos y Fluren “The Blind Joes” (Love of Lesbian, Sidonie,
Supersubmarina), se
presentará con el videoclip del single “Llueven piedras”. El video
dirigido por Alberto Evangelio, pretende transmitir un mensaje optimista en
estos tiempos difíciles. A pesar de la dureza del rodaje, dieciséis horas en una
húmeda y fría jornada invernal, el entendimiento y colaboración entre la
productora, especializada en el género thriller-terror, y el músico fue
incondicional. El resultado es un vídeo con una mezcla de estilos especialmente
interesante por su contraste.
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Sobre Shuarma
Desde muy pequeño
le llegó su pasión por la música, siendo un saxofón el primer instrumento que
aprendió a tocar. Sus primeras influencias fueron dispares: Rod Stewart, Pink
Floyd y Bob Dylan.
Su primer proyecto
serio fue la formación del grupo Elefantes en 1994, junto a Hugo, Julio Cascán y
Jordi Ramiro. Los comienzos de la banda fueron difíciles, con grandes obstáculos para salir adelante. El espaldarazo definitivo les llegó
cuando Enrique Bunbury se interesó en Elefantes, le agradó su propuesta y
ofreció al grupo ser su productor para el segundo disco. Con “Azul”. Elefantes alcanzaron el éxito, con unas
magníficas críticas y unas ventas próximas a conseguir el disco de oro. Después
llegó “La forma de mover tus manos”, en 2003, disco con el que consiguieron
mantener las expectativas creadas por su anterior trabajo.
En diciembre de
2005, después de diez años de existencia, el grupo emitió un comunicado en el
que anunciaba su separación. Así, Shuarma comenzó inmediatamente su carrera en
solitario, publicando en 2007 su primer trabajo, “Universo”, mucho más
intimista, personal y diferente que los anteriores. Este trabajo incluía un
documental producido por el reconocido Joe Dworniak. Un año más tarde Shuarma
reeditó el disco con temas acústicos, contando en esta ocasión con la
colaboración de Bunbury y The Pinker Tones.
En 2009 llevó a cabo la grabación de su
segundo disco en solitario, “El poder de lo frágil”, cuya publicación se produjo
en 2010. La reinterpretación acústica del álbum, tuvo lugar en 2011, el último lanzamiento de Shuarma hasta la
fecha.
Sobre Grietas
Y de pronto, se
sacó de la manga el disco. No uno más, sino el disco, repito. En un momento en
que el rock alternativo se ha convertido en lo comercial y en el que el pop
latino ha fagocitado el mercado de éxitos español, ahí aparece un álbum de rock
intemporal, lleno de grandes melodías, sonidos afilados y deseos de grandeza.
Con destellos de alta sensibilidad y metralla para afrontar el siglo. Como un
clásico contemporáneo. Así es “Grietas”, de Shuarma.
Siguiendo la estela
de los grandes clásicos –desde los mejores Coldplay y U2, desde el primer Radio
Futura a Bunbury– y añadiéndole una épica vacía de frivolidades, en su tercer
disco en solitario el cantante y compositor catalán ha cuajado sus ideas
perfectamente pulidas en un manual de rock fuera de épocas. Igual que su fuente
eterna de inspiración, el siempre actual David Bowie, Shuarma da magia a
canciones que penetran fácilmente sin ser fáciles. Su voz luce en el punto
exacto del horizonte de su espacio musical, y los arreglos le acompañan para
proporcionarle esos paisajes sonoros evocadores, penetrantes, que llenan las
historias de lucha, determinación y magia. Baterías que vuelan, guitarras que
pinchan, energía flotando en el ambiente...
Shuarma ha conseguido conciliar su marca personal con el rock de calidad
suprema. El más grande. El mejor. El que permite escuchar y el que obliga a
gritar. El que despierta emociones y apetece cantar, en soledad o en compañía.
El que gusta a la masa sensible y satisface al rockero exigente. Bien cuidado, y
sin concesiones. Y sobre todo, fiel a su alma.
La edad no cuenta
cuando la música es para siempre. Shuarma ha necesitado tres discos para
encontrarse, y nadie sabe lo difícil que puede ser desenmascararse de un pasado
notorio si no lo ha vivido en su piel. En su caso, sufrió el lastre de haber
llegado cerca de las más altas cimas con Elefantes, el grupo que abandonó cuando
estaba a las puertas de triunfar a nivel de masas.
Su decisión de
recomenzar fue tan criticada como valiente, y el primer álbum, “Universo”,
significó una búsqueda de su nuevo “yo”. Claro que, como suele suceder en el
estreno en solitario de cualquier líder de banda, se alejó demasiado de su
pasado para evitar comparaciones. El eclecticismo, desde el pop a lo brasileño,
e incluso lo africano, le ocultó su rock innato, aunque le sirvió para refrendar
sus nuevas inquietudes.
Sabiendo que ese
“Universo” no era él mismo, sino el que se buscaba, se devolvió al pop-rock,
quizás con demasiada cautela. Aún quedaban dudas. En “El poder de lo frágil”
reaparecía con energía contradictoria, y los miedos a volver al pasado, el deseo
y la ansiedad de encontrar su lugar en la música pasaron factura a Shuarma.
Quedaban algunas
grietas. Y curiosamente, ha sido de ellas de donde ha sacado lo mejor de su
obra. Porque pese a que en sus anteriores álbumes ya apuntó algunas perlas de
canciones, ni el mismo se imaginaba adónde llegaría con este “Grietas”. Sin
duda, la mejor de sus sorpresas. Un álbum impresionante. Bello y contundente.
Nacional e internacional. Sin complejos. Cuando Shuarma sea consciente de lo que
ha compuesto, ya le tratarán como a un clásico del rock. Se lo ha ganado.
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