El 27 de marzo de 2012, Macaco publica su nuevo álbum El murmullo del fuego, que comienza así: “Lo cierto es que el sol, como una inmensa escoba luminosa, rompió de repente la niebla y la empujó a lo lejos. Hizo ¡plof! y se esfumó”. Es la voz de José Saramago la que abre el disco como queriendo alentar el carácter, marcar el rumbo de las 14 canciones de un álbum brillante, vitalista y positivo, impulsado a través de una música global, rítmica y estimulante. Un disco para escuchar, para bailar, para imaginar. De estribillos claros y estrofas llenas de sutilezas. El murmullo del fuego es, ante todo, un álbum luminoso, que abre puertas y ventanas para inyectar una dosis de alegría en tiempos de sombras con canciones que apuestan por lo natural, por lo sencillo, por lo artesano, siempre con esa capacidad para componer estribillos que enganchan dentro de temas himnóticos (sí, con m de himno) de fuertes raíces etno-musicales, con el reggae y sus descendientes como fuente de inspiración principal.
<<<ver video<<<
El murmullo del fuego comienza con esa breve Intro instrumental con un texto en portugués y la locución del Premio Nobel de Literatura extraida de la película José y Pilar de Miguel Mendes y da paso a Una sola voz, que empieza con una cita de Isaac Newton (“La unidad es la variedad y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo”) y la voz de Macaco cantando “Una sola voz seremos, si tu corazón y el mío canta el mismo tempo”. Huele a los colores de Brasil, en una canción con fuerte presencia de percusiones, Zurdos y coros de la tierra de Jobim, arreglada con imaginación para lanzar un mensaje de unidad, de globalidad, lleno de sutilezas y sin términos panfletarios.
<<<ver video<<<
El murmullo del fuego comienza con esa breve Intro instrumental con un texto en portugués y la locución del Premio Nobel de Literatura extraida de la película José y Pilar de Miguel Mendes y da paso a Una sola voz, que empieza con una cita de Isaac Newton (“La unidad es la variedad y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo”) y la voz de Macaco cantando “Una sola voz seremos, si tu corazón y el mío canta el mismo tempo”. Huele a los colores de Brasil, en una canción con fuerte presencia de percusiones, Zurdos y coros de la tierra de Jobim, arreglada con imaginación para lanzar un mensaje de unidad, de globalidad, lleno de sutilezas y sin términos panfletarios.
Después, La llama (“Se enciende la llama, la llama de este sol. Son los ojos valientes, ojos transparentes, ojos que miran de frente, son los ojos de la gente”) es una rumba-ska que camina a ritmo vivísimo, y Love Is The Only Way (“Para uno el amor es despertar, una vacuna sin comerciar, un baile de dos que va a compás, si la suma es buena da tres o más…”) está dedicada al “maestro” Mario Benedetti y es el primer single del álbum, que llega acompañado de un impactante vídeo dirigido por Gustavo Carballo que hermana países, razas, lenguas, generaciones, edades, sexos, culturas… “La idea era conseguir una unificación global, planetaria, a través del baile y de la música” explica Carballo. “Cuando se baila no hay diferencias, nos impregnamos de la energía de cada momento, y la canción encaja perfectamente con esta idea”.
El vídeo de Love Is The Only Way se ha rodado en Argentina, Brasil, México, Camerún, China, España, Corea, en un campamento saharaui… Es una sucesión de imágenes que impresionan, que enseñan, que estimulan, que nos abren a otros mundos, a otras maneras de ser y de pensar, acompañando una canción con letra en castellano e inglés, rítmica, bailable, con un estribillo que parece sacado de la chistera del mismísimo maestro Bob Marley y con esa mezcla de percusiones y raíces que marca el estilo Macaco.
Tras Love Is The Only Way llega Sol (“Si la felicidad es un estado de la mente, yo la busco bajo el sol”), que marcha a ritmo de reggae funk inspirada en los clásicos de los años 70, de gran impulso rítmico. La memoria de mis pulgares (“Estabas tan dentro mío que no te vi, pero hoy te apareciste por un lugar remoto de la memoria de mis pulgares…”) también se acerca a ritmos jamaicanos, esta vez más tranquilos, con sentido acústico, lírico y con un estupendo groove, mientras Caminaré (“Caminaré por el mundo de los sueños. Ese que no viene envuelto. Sin dueño, sin techo va”) es una mezcla de la rumba de Barcelona con guitarras fronterizas, también ágil, de ambiente orgánico y con otro estribillo contundente.
Iniciando la segunda mitad del disco, Quema (“Soy una hoja navegando por la espalda de un rio”) se sostiene en un imaginativo arreglo rítmico de las percusiones de aromas étnicos y orgánicos para un tema nuevamente en el que Macaco nuevamente nos habla de su amor por la naturaleza, utilizando en esta ocasión un tono más poético y menos evidente. Calling Out Your Name (“Quiero mostrarte todas las cartas, cambiar los cromos contigo, que las partidas queden igualadas”) es uno de los temas más serenos del álbum, sencillo, íntimo, emocionado, de influencias Dylanianas, apenas sostenido por una guitarra acústica y Brindo por ti (“Brindemos por la vida, porque la vida nos lo da”) con una potente rítmica de Rocksteady y melodías de gran apertura que desemboca en otro estribillo de libro.
Y en la recta final, Lágrimas secas (“Fui pausa en el tiempo, calle sin salida. Fui flecha y herida, brasa y ceniza”) camina con un excelente pulso rítmico, original y que nuevamente recurre a la rumba fronteriza para narrar una historia desgarradora, mientras Dime (“Dime hacia donde van los días, dime hacia donde van al terminar, dime por donde vendrán”) es otro himno bailable, abierto, alentador y de excelente swing en la voz de Dani Macaco. Para terminar y cantada en catalán, La república de la tramuntana (“Para todos que quieran ser bienvenidos, para todos los que quieran ser tocados, les presento la república de la tramontana”) es una bellísima canción, lenta, tranquila, lírica, mediterránea, estupendamente construída con arreglos de guitarra acústica y cuerdas, y Hoy (“Hoy empezamos de nuevo. Hoy alzamos los brazos, cambiamos el paso”) cierra El murmullo del fuego con un reggae lento, de estupendo balance rítmico, con un Dani Macaco bordando la canción y unos coros que se acercan al gospel al principio y aportan clasicismo. Un excelente final de álbum.
Son las 14 canciones de El murmullo del fuego, un álbum enteramente compuesto por Dani Macaco y producido por Dani Macaco, Jules Bikôkô y Roger Rodés. Además de producir, Bikôkô y Rodés se llevan la parte del león en las instrumentaciones haciéndose cargo de teclados, guitarras, bajo, coros, percusión… Junto a ellos, Didak Fernández a la batería y percusión, Tomas Tirtha Rundquist a las guitarras eléctricas y acústicas y Miki Ramírez a la guitarra Española destacan entre un numeroso plantel de músicos que han elaborado un álbum de marcado carácter orgánico y sin programaciones que nos ofrece a un Macaco entregado a la causa principal de defender la canción con mayúsculas.
La publicación de El murmullo del fuego coincide con el edición del primer libro escrito por Dani Macaco, Amor a lo diminuto, a través de la editorial Ramdom House Mondadori, un libro que recoge un bella selección de aforismos, rimas, pensamientos, cuentos, poemas e instantáneas tomadas por Macaco a lo largo de sus viajes y que coincide con el periodo de composición de los temas de su nuevo álbum.
Macaco presentará El murmullo del fuego en el Festival Rock In Rio de Madrid el 30 de junio de 2012. Es su sexto álbum grabado en estudio y sucede a Puerto Presente y El Vecindario, con los que Macaco ha conseguido los mayores éxitos de su carrera. Puerto Presente fue nº1 y disco de platino en España, ganó el Premio Ondas (Mejor Álbum), Premio de la Música (Mejor Vídeo), Premio 40 Principales (Mejor Vídeo) y Premio Rolling Stone. Su primer single (Moving) batió todos los récords en España: tres Discos de Platino en descargas digitales, nº1 en ventas, nº1 en radios, nº1 en ringtones, elegida Canción del Año por los lectores del diario El País y nominada a los Grammy Latinos como Mejor Canción Alternativa y a los MTV Europe Music Awards.
Tras Puerto Presente, Macaco lanzó El Vecindario, que ganó el Premio de la Música 2011 al Mejor Álbum de Pop, ha conseguido el Disco de Oro y se ha publicado también en Latinoamérica. En El Vecindario, artistas españoles, uruguayos, brasileños, colombianos, mexicanos, senegaleses, malineses, estadounidenses y argentinos se unieron a Macaco para cantar juntos 18 canciones claves, éxitos de los anteriores álbumes de Macaco y dos inéditas en un extraordinario ejercicio de hermanamiento musical, con un alcance y aliento únicos en la escena española y latinoamericana. En El Vecindario estaban los españoles Estopa, Fito Cabrales, Bebe, Chambao, Manolo García, La Shica, Rosario Flores, La Mari y Muchachito Bombo Infierno, junto a Jorge Drexler (Uruguay), BNegão (Brasil), Aterciopelados (Colombia), Ximena Sariñana (México), Seu Jorge (Brasil), Natalia Lafourcade (México), Marcelo D2 (Brasil), Youssou N’Dour (Senegal), Oumou Sangare (Mali), Brett Dennen (Estados Unidos), Fidel Nadal (Argentina), Michael Franti (Estados Unidos) y Nazão Zumbi (Brasil).
Con su última y extensísima gira, Macaco recorrió España, actuó en los festivales Rock In Rio en Madrid y Rock In Rio en Rio de Janeiro (Brasil) ante 80.000 personas y llenó sus conciertos en Argentina. El éxito de Macaco en España y Latinoamérica es el fruto de una larga carrera que comenzó con el álbum El mono en el ojo del tigre (1999) y continuó con Rumbo submarino (2001), Entre raíces y antenas (2004), Ingravitto (2006), Puerto Presente (2009) y El Vecindario (2010). De una carrera que comenzó en 1997 en las calles de Barcelona y que ha merecido los mejores elogios de los medios españoles e internacionales, rendidos ante su manera de entender la música como ejercicio de imaginación, calidad, mestizaje, energía y universalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario