Nuestro hombre nació en Buenos Aires, Argentina, el 7 de diciembre de 1951. A los 10 años descubrió
simultáneamente los mundos de la música pop, la moda y las chicas. Compró entonces su primer disco, un EP de Chubby Checker,
el rey del twist. En 1962, cuando aparecieron los Beatles, Sergio ya era un asiduo cliente de la disquería de su barrio. Beatles,
Rolling Stones, Kinks, etc., cambiaron su vida para siempre. Jamás tuvo la menor duda: quería ser como ellos, hacer lo que ellos
hacían. No podía haber nada mejor en este mundo. Y así fue. A los 14 era el disc-jockey en las fiestas del colegio y recomendaba
discos en la revista editada por los estudiantes. A los 16 consiguió su primer trabajo remunerado. Escribía en las revistas
“Cronopios” y “La Bella Gente”, donde entrevistaba a los músicos locales y hacía crítica de discos. A los 17, ya inmerso en la cultura
del rock, compuso la primera canción: “Peter Pan”. A los 18 se fue solo a Nueva York, atraído por el fenómeno hippie. De regreso a
Buenos Aires, fue elegido para ser uno de los protagonistas de la comedia musical Hair, con la que alcanzó el número uno de las
recaudaciones teatrales. Su hermano Eduardo había comenzado a estudiar la guitarra con gran dedicación y pronto el salón de la
familia Makaroff se convirtió en el laboratorio en el que ambos componían y ensayaban su flamante repertorio. Las primeras
actuaciones del dúo acústico Los Hermanos Makaroff fueron como teloneros del grupo Sui Generis, de Charly García, de quien
Sergio se había convertido en asistente. Poco después grabaron, con Charly y la plana mayor de los rockeros argentinos, el
legendario “Rock del Ascensor”. Los Hermanos Makaroff se convirtieron en un quinteto eléctrico y Sergio dejó la guitarra para
concentrarse en....la música, la moda y las chicas. El quinteto grabó un single en un sello pequeño y se dedicó a propagar su
evangelio ante un creciente grupo de iniciados. En esa época la situación argentina se estaba deteriorando a pasos agigantados.
En 1978 Sergio decidió emigrar a España, donde sus amigos Ariel Rot y Alejo Stivel habían formado Tequila y
triunfaban por todo lo alto. En el repertorio del mítico grupo estaban el “Rock del Ascensor” y otro par de temas compuestos por
Sergio Makaroff. A través de estos contactos españoles consiguió un contrato con Epic y grabó su primer álbum como solista,
“Tengo una idea”. Pasó de Madrid a Barcelona a finales del ’78 y ahí sigue hasta hoy. Su primer grupo de acompañamiento era el
núcleo de los que luego serían Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila. Manolo García era su baterista.
En 1986 grabó su segundo álbum, “La buena vida”, coproducido con Ariel Rot. Las fotos y el diseño de la portada son
de Lydia Delgado, que a la sazón era su compañera sentimental y la madre de su hija Miranda, nacida en 1984. A partir de entonces
sobrevino una década de avatares variopintos que mantuvieron a Sergio apartado de la música como actividad profesional. Nunca
dejó de componer y cantar, aunque lo hiciera en petit comité.
En 1996 Sergio regresó a la palestra con el álbum “Un hombre feo”, coproducido artísticamente por Ariel y Eduardo –
ya radicado en Francia- y ejecutivamente por Alejo Stivel. Andrés Calamaro colaboró y avaló el proyecto a todos los niveles. Este
disco tuvo una gran repercusión, impulsado sobre todo por el single “Tranqui tronqui”, en el que Sergio contaba la historia verídica
del robo de su mountain bike.
En 1988 apareció “Rico y famoso”, producido por Ariel y con la participación de Andrés Calamaro, Fito Páez y Eduardo
Makaroff.
El quinto disco de Sergio data de 2002. “Makaroff” fue producido por su viejo amigo y guitarrista de la época de “La
buena vida”, Tito Rosell. Como de costumbre, Ariel y Eduardo –ya miembro del trío de electrotango Gotan Project- ofrecieron su
colaboración. También Jorge Drexler, el uruguayo universal.
Paralelamente a la música, y amén de otras ocupaciones, Sergio desarrolló una carrera en el ámbito periodístico que
lo llevó a publicar en infinidad de medios escritos, a la vez que colaboraba en radio y televisión. En el año 2001, el humorista y
presentador Andreu Buenafuente fichó a Sergio para su programa “La cosa nostra” en TV3, en el que nuestro hombre cantaba una
canción hecha a medida y mantenía un cara a cara con el conductor.
Hace unos años Andrés Calamaro se llevó a Sergio Makaroff a Buenos Aires como artista invitado para una serie de
diez conciertos en la Avenida Corrientes. Sergio estaba entre bambalinas, esperando para salir al escenario, cuando alguien le puso
una mano en el hombro y le susurró, con voz de cazalla “todos mis amigos dicen que eres el número uno”. Era Joaquín Sabina. Y
decía la verdad. Para Pancho Varona, Fito Páez, Jorge Drexler, Calamaro, Sabina y una elite de iniciados las canciones de este
ilustre veterano son un platillo exquisito, un tesoro de sabrosas delicatessen que nadie en su sano juicio se debería perder. Makaroff
sigue adelante, impertérrito, componiendo y cantando sus frescas e inteligentes piezas de burbujeante pop-rock como si nada.
En 2008 apareció su penúltimo álbum hasta la fecha -”Número Uno”- producido por Jose Nortes con la dirección
musical de Ariel Rot. Ahora en 2011 Sergio lanza “El inventor del rompehielos” repitiendo el equipo ganador del disco
anterior y que además cuenta con la colaboración de Jaime Urrutia.
Sergio siempre está componiendo canciones para sí y para otros y cantándolas en Argentina y España. Sus canciones
han sido grabadas por Tequila, Los Rodríguez, Ariel Rot, Andrés Calamaro, Azúcar Moreno, Gotan Project, Cáceres, Manolo Tena,
Los Tipitos y otros artistas.
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