2011/09/09

SANDRA CARRASCO publica su primer álbum el 27 de septiembre.

SANDRA CARRASCO
El 27 de septiembre de 2011, Sandra Carrasco publica su esperado álbum de debut con EMI Music, uno de los más inspirados, exquisitos y elegantes del año. Un disco que refleja una sensibilidad muy especial y que anuncia a una artista diferente, producido por Javier Limón y que llega rodeado de la máxima expectación, porque cuando aparece una voz como la de Sandra Carrasco, hay que pararse y escuchar.
“Cuando escucho a Sandra cantar, me transporta a tiempos pasados, mezclando tradición y modernidad. Sandra es sin duda una de las voces más importantes del panorama musical actual” ha dicho el contrabajista israelí Avishai Cohen, que toca en el disco y que reclamó a Sandra Carrasco para compartir escenario en el Olympia de París el pasado 4 de abril, como también lo ha hecho Anoushka Shankar (hija de Ravi Shankar) para su gira de noviembre y diciembre de este año. Y es que no es habitual encontrase ante un aliento interpretativo de tanta delicadeza y sensibilidad, con una originalidad que marca la diferencia. Sandra Carrasco lo demuestra en su primer disco con importantes músicos a su lado que forman un crisol de culturas y que lanzan las canciones hacia una aldea global que no conoce fronteras.
“La gente se va a encontrar algo diferente”, dice Sandra. “No es un disco flamenco, es muy moderno, pero tiene unas raíces muy profundas de jondura. Va de un sitio a otro, está fresco y es novedoso.



 Y, por encima de todo, es muy elegante, delicado en cuanto a textos, producción musical y cómo Javier Limón ha tratado mi voz. Hemos encontrado el camino que queríamos”.
Titulado sencillamente Sandra Carrasco, el álbum tiene un carácter especial, tan sureño como distinto, gracias a la producción exquisita de Limón, a unas canciones de gran altura y a un elenco de músicos llegados desde los cuatro puntos cardinales. Ahí están Avishai Cohen junto al maestro guitarrista Pepe Habichuela y su hijo Josemi Carmona, además de músicos turcos, marroquíes, cubanos, franceses, libaneses, españoles, palestinos, estadounidenses, de la Berklee School of Music… “El disco es una reunión de culturas de Medio Oriente, del Mediterráneo, españolas, flamencas…”, continúa Sandra Carrasco. “La búsqueda de sonoridades diferentes ha sido fruto del trabajo diario y de escuchar muchas cosas. Hemos aprendido todos y todo ha cobrado sentido”
El disco se abre con Los niños del aire (“Niños de la tierra escuchad mi cante, han llegado los tiempos de cambiar de aire”) y desde el primer instante se refleja que nos encontramos ante algo diferente. Aires orientales con el violín del marroquí Faiçal Kourrich, de gran lirismo, anuncian la voz de Sandra Carrasco, emocionada desde el principio, en una música sureña, mediterránea, luminosa, española abierta al mundo. Sigue La calle del olivar (“La calle del olivar guarda entre sus rincones un secreto escondido”) que comienza en canción para convertirse en bulería diferente enlazando Andalucía y Oriente, para continuar con Río azul (“Todo el azul de nuestro río cabe en tus ojos dulce amor mío, todo el azul de los mares en el ancho de tu calle”) una joya ejemplar por su delicadeza, por la interpretación de Sandra Carrasco y por su manera de trascender los palos flamencos clásicos situándolos en una música universal de gran riqueza.
Después, Solilla (“Hoy la miel me sabe amarga, hoy el día me sabe a luna y el agua del río me sabe a sal”) aparece con la voz de palestino Ali Brigui Amr y es otro tema que impresiona, contemporáneo con raíz, con un groove impactante, imaginativo y sorprendente. Compuesta por Sandra Carrasco, Eternamente tú (“Tú, mujer dorada tú, mujer sirena tú, tan elegante tú, tan arrogante tú, no sé que clase de astro trajo el alba pero te juro que yo veo tu luz cada mañana”) se aleja del flamenco para convertirse en canción de inspiración elevada y otra interpretación emocionante y contenida de Sandra. “Es la primera canción que compuse cuando llegué a Madrid”, dice. “El primer año fue de inspiración total, porque venía de vivir en Sevilla oliendo a jazmín, trabajando por las noches, y no tenía tiempo para casi nada. En Madrid y me encontré sola por primera vez, y la soledad es una maravilla para conocerse a uno mismo. Me venían melodías a la mente y la canción la saque ahí”.
Mírame (“Mírame, me dijiste mírame, lágrimas de otoño cubriendo el camino, mientras tú te alejas yo más te miro”) se introduce son suavidad con el piano de Ariadna Castellanos y el qanun de Ali Brigui Amr en una canción casi minimalista sostenida por percusiones étnicas y la voz melismática y sinuosa de Sandra, para dar paso a la sorprendente Hola soledad (“Hola soledad, esta noche te esperaba aunque no te diga nada, es tan grande mi tristeza ya conoces mi dolor”), una canción de Palito Ortega transformada con palmas y la mandolina de Josemi Carmona. “Escuchaba mucho esta canción de Palito Ortega interpretada por Rolando Laserie”, dice Sandra. “Un dia estábamos en casa de un amigo, no teníamos cerrado el repertorio y se mencionó el nombre de Laserie. Al regreso le comenté a Javier: ¿Qué tal si…? Y me dijo: Yo había pensado lo mismo. Y lo grabamos. Fue todo muy natural, amistoso, de diálogo. Como todo el disco”.
Le pregunté yo a los cielos (“Siéntate a mi vera, dame tu alegría como si tú fueras una hermana mía”) es un tema popular adaptado por Javier Limón en el que suena la voz y el contrabajo del israelí Avishai Cohen y la percusión del palestino Tareq Rantisi y que vuelve a dar una vuelta de tuerca a la música popular enriqueciéndola con nuevas ideas rítmicas, tímbricas y armónicas y un desarrollo novedoso y original. Una perla arriesgada que precede a Aleluya de la India (“Vamos caminando juntas, somos ramas de la misma encina antigua de raíz profunda”) con el baile de David Paniagua y Paloma Fantova, que nos introduce de lleno en el universo de la rica e infinita música hindú (no Bollywood) situándola también en un mundo más amplio y con un excelente trabajo de las percusiones y sentido rítmico en otra excelente canción.
En Arde corazón (“Me estoy quemando y tus labios son mi hoguera”) suena la impresionante flauta del turco Sarpay Özçagatay para dar un nuevo aire a los tangos flamencos ayudado por las estupendas programaciones del barcelonés Pablo del Amo. Sobre la superficie (“Sobre la superficie de una ciudad en llamas lloraba el cielo triste, lloraba”) está marcada por músicos cubanos (el bajista Dany Noel, el batería Fernando Favier y el pianista Iván “Melón” Lewis) en el tema de aire más jazzy, humeante y desgarrado de un álbum que se cierra con unos Fandangos con el tío Pepe populares adaptados por Sandra Carrasco que canta acompañada por la guitarra de Pepe Habichuela en el más claro acercamiento del disco al flamenco puro. Son las 12 canciones del álbum, que en su edición digital añade como bonus No puedo amor, una canción que merece ser escuchada con la flauta turca de Kudsi Erguner y una mezcla de sonidos étnicos y electrónicos realizada con gran criterio.
Grabado en estudios de Madrid, Tel Aviv y París, y con músicos como (además de los mencionados) los españoles Javier Limón (guitarra flamenca y acústica) e Israel Suárez “Piraña” (percusión flamenca), el cubano Charlie Méndez (bajo), el francés Juan Vargas (percusión étnica) o el libanés Abdul Sharif (buzuki), el álbum también cuenta con la colaboración de seis músicos de la Berklee Schoool of Music: Ariadna Castellanos (piano), Ali Brigui Amr (qanun y voz), Sarpay Özçagatay (flauta), Amparo Edo (corno francés), Tareq Rantisi (percusión) y Paloma Torres (coros).
“Hemos buscado músicos que enriquezcan y hasta que no hemos conseguido lo que queríamos no hemos parado”, afirma Sandra. “La aportación de Avishai Cohen en Le pregunté a los cielos es una brutalidad musicalmente hablando, no se puede aguantar. La amplia gama de músicos de Berklee… Javier sabe muy bien con que músicos quiere trabajar y yo he disfrutado como una niña pequeña. Todo ha cobrado sentido”. Y continúa hablando del disco, de esas letras inspiradas por la íntima y profunda sintonía artística entre Javier Limón y Sandra Carrasco. “Las letras de las canciones las veo especiales, nada convencionales”, dice. “Son unos textos maravillosos, pequeños fragmentos que te llevan a lugares diferentes, casi como cuadros. Son muy elegantes, con riqueza literaria, trata mucho los colores, las cosas bonitas, los detalles pequeños… Me recuerdan mucho a Andalucía. Y la música es muy moderna, rompe con lo que estamos acostumbrados a escuchar”.
Son las canciones del debut de Sandra Carrasco con EMI Music. “Envidio a los artistas que están contentos con lo que hacen porque yo soy como insaciable y con esa actitud nunca hubiera acabado el disco”, dice. “Ahora lo escucho con felicidad, con alegría, con satisfacción, feliz. Disfrutando”. Y termina: “Me gustaría llenar de felicidad a las personas que quieran escucharlo. Que le transmita buena onda, sensibilidad, algo bonito, algo bueno. La música hay que escucharla para disfrutar de ella”.

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