2011/03/29

GLASVEGAS PUBLICA SU NUEVO ÁLBUM, EUPHORIC/// HEARTBREAK\\\, EL PRÓXIMO 5 DE ABRIL Y ESTRENA NUEVA WEB EN CASTELLANO WWW.GLASVEGAS.NET

  • PRESENTARÁN SU NUEVO ALBUM EL 19 DE JUNIO EN EL DÍA DE LA MUSICA, EN MADRID

Glasvegas publicará el próximo 5 de abril su esperado nuevo álbum EUPHORIC/// HEARTBREAK\\, que sucederá a su aclamado disco de debut. EUPHORIC/// HEARTBREAK\\\ contiene 11 canciones, compuestas y maquetadas en Santa Mónica y grabadas en Londres con “Flood” como productor (U2, Depeche Mode…). En el álbum, la banda muestra su atmosférico sonido abriendo nuevas ventanas tanto en la música como en las letras.

La primera canción que se lanzó del disco fue The World Is Yours, que estuvo disponible para descarga libre y gratuita a partir 16 de enero en www.glasvegas.net y en www.facebook.com/glasvegas. Ahora presentan una nueva canción de adelanto del disco, como single “oficial”: Euphoria, Take My Hand, cuyo videoclip ya puedes ver en www.youtube.com/glasvegas 

La banda formada por James Allan (voz), Rab Allan (guitarra), Paul Donoghue (bajo) y la nueva batería Jonna Lofgren realizó una breve gira por Escocia antes de anunciar nuevos conciertos para esta primavera. Entre esos conciertos confirmaron su presencia en el festival del Día de la Música, que tendrá lugar el 19 de Junio en Madrid (más info en www.diadelamusica.com)





Santa Monica, California, Enero-Mayo 2010.

Tres años después del lanzamiento del single ‘Daddy’s Gone’, que publicaron en 2007 a través del sello independiente Sane Man Recordings, y de la creación del grupo (un cuarteto formado por el antiguo jugador de fútbol profesional James Allan y otros tres jóvenes de clase obrera, concretamente su primo Rab Allan como guitarrista, Paul Donoghue al bajo y Caroline McKay en la batería), forjado en las calles de Dalmarnock, en Glasgow, Glasvegas llegó a ser descrito por Alan McGee, el dueño del sello discográfico al que pertenecía el grupo Oasis, como “la banda escocesa más importante de la historia”.

Muy cansados después de tanta actividad y sobre todo después de su última gira de conciertos, decidieron tomarse un respiro y se marcharon a California, donde instalaron un estudio en una enorme casa en la playa de color blanco valorada en varios millones de dólares (en 2008 firmaron un contrato con la multinacional Columbia/Sony). “Cuando estábamos de gira, me daba cuenta de que en Los Angeles siempre me sentía como en casa”, afirma James, “seguramente porque cuando era pequeño veía muchas películas ambientadas en California, entre ellas ‘Karate Kid’ y ‘Teen Wolf’, sobre todo la escena en la que Michael J Fox se sube al techo de su Wolfmobile mientras canta ‘Surfin’ USA’. Me parecía como si California se encontrara en un planeta totalmente distinto del lugar en el que crecí. Hasta que firmamos un contrato discográfico nunca había salido de Glasgow, así que el hecho de tener una casa en la playa en la que podíamos hacer lo que nos diera la gana me pareció una auténtica fantasía llena de rock ‘n’ roll. Además, sabía que me apetecía pasarme algún tiempo mirando al mar”.

2009 resultó ser un año increíble y caótico a la vez, un año en el que James desapareció durante cinco días y se perdió la entrega del premio Mercury al que Glasvegas fue nominado (“Las entregas de premios siempre son bastante aburridas, así que en vez de quedarme me marché a Nueva York. No me lo pensé mucho, soy así de malvado”). El grupo también decidió cancelar su participación en el festival musical Coachella debido al enorme cansancio al que se enfrentaba James, y cuando James se quedó sin voz anularon el último concierto de la tercera gira en la que participaban con Kings of Leon. “Me encontraba fatal, y es algo que probablemente vuelva a ocurrirme alguna otra vez, porque el nivel de actividad al que nos enfrentamos es algo increíble, algo muy poco saludable. Supongo que llevamos nuestras fuerzas al límite por lo mucho que nos gusta lo que hacemos”, afirma.

Santa Monica se convirtió en la medicina que estaban necesitando. James trabajó mucho componiendo, preparando y grabando las maquetas de las 11 canciones que más tarde se incluirían en el nuevo álbum ‘EUPHORIC /// HEARTBREAK \\\’. James trabajaba en la entreplanta de la casa de la playa, inspirado emocional y musicalmente (y también a la hora de escribir las letras de las canciones) por un montón de influencias muy diferentes, desde “Blade Runner”, todo un clásico del cine de ciencia-ficción de estilo neo-noir que se rodó en 1982, la banda sonora que compuso Vangelis para la película, el tema ‘Ebb Tide’ de los Righteous Brothers, el famoso ‘Mr. Sandman’ compuesto por The Chordettes o el simple sonido del mar. “También me inspiró el sol al atardecer”, añade James. “Ese momento resultaba la parte más luminosa del día, como si fuera un toque de neón o una preciosa luz fluorescente. Recuerdo que solía decirle a Rab: “Mira, tío, que puesta de sol tan bonita, y lo mejor de todo es que mañana habrá otra”, y Rab me contestaba: “Sí, pero no será la misma puesta de sol, será otra distinta”. Creo que es la frase más romántica que Rab ha pronunciado en toda su vida”. James compuso la música de las canciones primero en su mente, mientras paseaba por la playa. Ese era el momento en que las ideas acudían a él como si fueran una lluvia de meteoritos procedentes del espacio, tal como ocurrió con uno de los temas más épicos del álbum, ‘Euphoria, Take My Hand’. Concretamente, la canción se le ocurrió a James cuando unos fuegos artificiales estallaron justo encima de él y después cayeron al mar. “Fue como si el sol cayera en llamas al agua”, recuerda con una sonrisa. “Todo era muy luminoso y brillante, y durante unos momentos me parecía que el agua bailaba al ritmo de la música. Pensaba que era imposible que pudiéramos componer canciones así si hubiéramos estado en algún otro sitio. Fue lo mismo que ocurrió cuando grabamos el disco de navidad en Transilvania. No habría quedado así si lo hubiéramos grabado en cualquier otro lugar. Tenía que nacer allí”.

El resultado de tanta inspiración es una impactante maravilla musical repleta de aires espectrales, marcadamente eufóricos y de impresionante belleza, como si alguien hubiera acelerado la banda sonora de la serie “Twin Peaks”, de David Lynch y la hubiera pasado por un filtro para añadirle un estilo que nos recuerda a las visiones musicales de Echo & the Bunnymen, Joy Division, la época más gótica de los Pet Shop Boys y los éxitos que consiguió Brian Eno en 2008 con Coldplay. Durante los cinco meses que duró la creación de las canciones, los cuatro componentes del grupo sacaron provecho de las experiencias y sensaciones que habían experimentado durante los dos años anteriores (“tuvimos tiempo suficiente para mirarnos al espejo y hacernos unas cuantas preguntas”). Fue también entonces cuando Caroline McKay decidió que su relación con Glasvegas había llegado al final. Seguramente Caroline fue víctima del éxito del grupo. “Vi que lo estaba pasando mal”, recuerda James acerca de su amiga, la cual no tenía ninguna experiencia como batería cuando se incorporó al grupo. “Ella nunca tuvo intención de llegar al nivel que alcanzamos, nunca sintió la necesidad de tocar con U2, de recorrer el mundo para que nuestros discos funcionaran como debían funcionar. Pensamos que era mejor que lo dejara en aquel momento en vez de seguir estando descontenta durante varios años. No tenía sentido. Ahora está mucho más contenta”. A pesar de estar tan ocupados, en la casa de la playa siempre había tiempo suficiente para relajarse tocando rock ‘n’ roll o para recibir las visitas de sus amigos de Los Angeles. Hasta ocho personas a la vez se lo pasaban en grande en el jacuzzi, hasta tal punto que James llego a dejarse el grifo abierto y la casa entera se inundó. Nos ocurrió dos veces”, recuerda. También asistieron a un buen número de fiestas en Los Angeles, entre ellas al cumpleaños de su amiga Lisa-Marie Presley, e hicieron un montón de nuevas amistades. Una noche incluso se encontraron por casualidad con la actriz Daryl Hannah, con la cual James entabló una inesperada amistad. “Es una mujer maravillosa que me hace querer ser cada vez mejor persona”. En otra ocasión, durante una visita en casa de la actriz, James conoció a las mascotas de Hannah, un cerdito, un pájaro carpintero y varias gallinas, una de las cuales se llama ‘Iggy Pop’. La forma en que se conocieron resultó “una casualidad muy rara”, según recuerda James. Además, Daryl Hannah había participado en “Blade Runner” casi 30 años antes. La película fue una de las fuentes de inspiración del ambiente y las canciones de ‘EUPHORIC /// HEARTBREAK \\\’. “’Blade Runner’ mostraba una idea muy ingenua y directa a la vez acerca de cómo sería el futuro”, afirma James, “con un tono post-apocalíptico. Supongo que también nosotros éramos bastante directos e ingenuos en muchos sentidos. En el punto en que nos encontrábamos, tanto física como mentalmente, las cosas parecían encajar muy bien con esa clase de imágenes, y en el centro de la película se encontraba aquella preciosa música con aires de ensueño, como si fueran lágrimas bajo la lluvia”, afirma James.

En 2011, Glasvegas siguen ocupados con una nueva gira mundial. Ya han tocado en las ciudades situadas en la parte exterior de Escocia frente a un público totalmente entregado, en localidades como Kirkwall, Wick, Forres, Oban, Dunoon, Troon, Hawick y Dunfermline. Las entradas para los conciertos que están ofreciendo en marzo de 2011 se agotaron en cuestión de horas, y en Suecia se vendieron en tan sólo siete minutos. El grupo cuenta ahora con Jonna Lofgren, una nueva batería que curiosamente procede de la ciudad sueca de Boden, con más de cuatro años de experiencia en el mundo de la música, a quien James define como “una auténtica caja de sorpresas que siempre tiene algo nuevo que ofrecernos”.

‘EUPHORIC /// HEARTBREAK \\\' incluye un extenso libreto con una producción de auténtico lujo en el que no sólo figuran las letras de las canciones del disco. También cuenta con imágenes relacionadas con los paisajes que rodean las playas de Santa Monica y con la relación que une a los temas del álbum con la vida personal y profesional del artista holandés Vincent Van Gogh. Tal como James expresó en una ocasión, “nuestra música recuerda la imagen que podemos ver en cuadros como “La noche estrellada” (lo que explica las imágenes del cielo nocturno que incluían otras ilustraciones anteriores). La portada del disco incluye una fotografía muy famosa de Marilyn Monroe hecha por George Barris durante el rodaje de la que sería la última película de la actriz, ‘Something’s Got To Give’. La foto fue tomada en la misma playa en la que el grupo compuso las canciones del álbum, concretamente a tan sólo unos pocos metros de distancia. En esta ocasión James menciona al cuadro ‘Trigal con Cuervos” de Van Gogh como inspiración, con el cielo cargado de colores y una mezcla de ambientes, un cuadro que representa la elección de diversas opciones, otro de los temas centrales de este álbum tan personal, impactante y renovador. “A veces no tengo muy claro si quiero componer canciones basadas en mis experiencias personales”, afirma James, “pero no puedo evitar que mi vida influya en mi música. En ocasiones pienso: “vaya, no hay forma de evitarlo, tengo un montón de cosas dentro de mí”. Sin embargo, cuando estás en la cama un martes por la noche y piensas: “¿Tiene algún sentido que siga formando parte del grupo?”. Cuando pienso eso me doy cuenta de que efectivamente tiene mucho sentido que siga adelante, entre otras razones porque no me limito a cantar acerca de cualquier cosa, más bien todo lo contrario. En las canciones que canto hay sobre todo sinceridad y autenticidad”.

El nuevo álbum, añade, “es dos años mayor y más fuerte que el primero, como si fuera su hermano mayor”. Se trata de una auténtica demostración de madurez emocional que encaja a la perfección en la época tan caótica desde el punto de vista cultural en la que nos ha tocado vivir. Al fin y al cabo, este no es el mejor momento para crear canciones sin sentido y sin contenido. “Estoy totalmente de acuerdo”, afirma James, “aunque hay que tener en cuenta que compuse estas canciones únicamente para expresar mis propios sentimientos, así que si alguien las escucha o le dedica un poco de tiempo, si decide sumergirse en esos sentimientos, me sentiré el más feliz del mundo. Además de eso, lo que más me interesa es compartir con los demás el rock ‘n’ roll que ofrecemos en nuestros conciertos por todo el mundo”.

                                                                                             Por Sylvia Patterson – Febrero 2011


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Ver un atardecer en Santa Mónica, disfrutar de la película “Blade Runner” en la playa, o sentir que Bono cantan para ti en el estadio de Wembley... Todo esto no podría ser más diferente de lo que podemos encontrar en la parte este de la ciudad de Glasgow, y sin embargo, Glasvegas comparten muchas de esas sensaciones. Desde que publicaron su ya famoso primer álbum en septiembre de 2008, que llevaba como título el propio nombre del grupo (el disco recibió una excelente acogida por parte de la crítica, alcanzó la categoría de disco de platino y fue nominado a los premios Mercury en 2009), esta banda procedente de Glasgow formada por cuatro jóvenes músicos ha conseguido un gran número de logros increíbles, incluyendo una larguísima gira que les ha llevado a actuar por toda Inglaterra, en el resto de Europa, en Japón y en Estados Unidos (donde realizaron seis giras maratonianas entre octubre de 2008 y septiembre de 2009). Además fueron teloneros de grupos como Oasis, Kings of Leon y U2, y participaron en un gran número de festivales musicales, desde Roskilde a Glastonbury, incluyendo Benicassim y T in the Park. Por si fuera poco, fueron nominados a un montón de premios del mundo de la música, entre ellos los NME, Q, Mojo, UK Music Video, Mercury Prize, XFM, Vodafone UK Festival, Tartan Clef e incluso los Rockbjornen Awards en Suecia, un país donde Glasvegas disfruta de un enorme éxito. “Para mí ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, y también lo veo como un excelente aprendizaje”, afirma James Allan, el excelente vocalista, letrista y compositor del grupo. “He sido testigo de un montón de cosas preciosas, y he disfrutado cada una de ellas, aunque por supuesto también ha habido dificultades. De alguna manera es como si hubiera estado enterrado e inmediatamente después hubiera pasado a estar en la cresta de la ola. Lo comparo con lo que ocurre en la película “Forrest Gump”, cuando Forrest dice: “No sé dónde terminaba el océano y dónde empezaba el cielo”. Todas las experiencias que hemos vivido son algo increíble”.

En los cinco continentes, en un montón de países distintos, el público se ha rendido ante la espectacular dosis de buen rock que el grupo ofrece siempre en directo, con una imparable energía que ilumina el escenario y que lleva casi al éxtasis a todos los que acuden a sus conciertos. En sus actuaciones, el público nunca deja de gritar y cantar cada canción con el grupo, con los brazos en alto mientras comparten la irrefrenable energía que surge de cada uno de sus temas, auténticos himnos musicales que envuelven unas letras que se transforman en comentarios sociales de la época actual, en una crítica poética de la vida diaria en las calles de su Glasgow natal. Todos esos elementos están presentes en temas como ‘Daddy’s Gone’, centrada en el dolor que lleva consigo la ausencia de los padres, ‘Geraldine’ (puede que el amor no solucione tus problemas, aunque quizá un asistente social sí lo consiga) o ‘Flowers & Football Tops’, donde una madre llora la muerte de su hijo, que ha sido asesinado.

Ahora volvamos a Glasgow en diciembre de 2009, después de haber pasado dos años inmersos en una gira rebosante de rock ‘n’ roll, con las letras de James Allan mirando hacia el interior de sus sentimientos, con su mirada alejada del mundo exterior y concentrada en su realidad interior y en la impactante realidad de lo que significa ser un ser humano. Tras el lanzamiento de ‘A Snowflake Fell (And It Felt Like A Kiss)’, su excelente EP de seis canciones publicado en las navidades de 2008, que destacó como un disco rebosante de temas navideños, acerca entre otros temas de la ruptura de una relación, la soledad y la falta de un hogar, el segundo álbum del grupo, ‘EUPHORIC /// HEARTBREAK \\\’, supone una clara evolución dentro del típico sonido Phil Spector que siempre ha caracterizado al grupo, para afrontar nuevos retos en lo que a rock ‘n’ roll de corte electrónico se refiere. Ahora, sin embargo, sus canciones resultan más potentes, más inteligentes, más brillantes e infinitamente más personales, y ofrecen una mayor dosis de luminosidad musical gracias a la producción de Flood, uno de los productores más importantes del mundo, toda una estrella que anteriormente ha trabajado con grupos como U2, The Killers y Depeche Mode. El álbum incluye 11 temas perfectos para ser interpretados en directo y centrados en el amor, la pérdida de alguien, el suicidio, la nostalgia, la sexualidad, la vergüenza, la esperanza, la redención y la siempre difícil elección del mejor camino para alcanzar la felicidad. El resultado es una historia centrada en la evolución que nos lleva desde la oscuridad a la luz, “Las nuevas canciones son muy aspiracionales”, afirma James. “Para mí personalmente ha sido como si estuviera escribiendo la lista de regalos para Santa Claus, solo que en versión adulta. Echaba de menos esa sensación de alivio, liberación y felicidad, como le ocurre a todo el mundo. Necesitaba crear canciones acerca de lo que supone conseguir el amor, perder el amor, alcanzar un amor con cierto toque nostálgico y también la sensación de disfrutar de un amor que en realidad no deseabas. No estoy seguro de si en algún momento me he convertido en una especie de comentarista social, ¡más bien diría que soy lo que podríamos llamar un soñador social!”

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