Los recuerdos forman parte de nosotros, de nuestra vida interior, de nuestros anhelos e ilusiones. Recordar, es sinónimo de enamorar, de amar, de darse de corazón. Seriamos infelices, sino tuvieramos el alma llena de bellos recuerdos, porque los amargos es mejor dejarlos en el cajón del olvido, ya que no es bueno remover los rescoldos y las cenizas de alguna historia que mejor es dejarla dormir. Los mejores, salen del interior del corazon, que siente, palpita, corre y se emociona. Por eso, cuando recordamos un momento feliz, se acelera nuestro pulso, y el corazon hace "bum-bum-bum". Es tan solo una delicada "arritmia", que nos lleva a tener una sensación especial. Tengo ya unos cuantos recuerdos guardados en mi corazon, que a veces late deprisa, y provoca enfermedades, porque el corazon siente, pero nunca duele. Es el músculo que se mueve y mueve, con ritmo, pausado, frenado, calmado ... A veces nos empeñamos en hacerlo funcionar demasiado, y ocurren los infartos y las anginas de pecho. ¡Cuantos disgustos nos dá! Y eso es porque no recordamos lo que de verdad debemos hacer. Se nos dice que no fumemos, y el hombre, sigue empeñado en hacerlo; se nos dice que llevemos una dieta equilibrada, y nos hartamos a comer grasas saturadas y patatas fritas; nos aconsejan, rezar y orar, y siempre lo dejamos para el último momento. Pero bendito momento, a pesar de ser el último. Siempre hay lugar para el recuerdo emocionado. ¿Recuerdas las primeras palabras que pronunciaste? ¿te acuerdas de las primeras oraciones que tu abuela o tu madre te enseñaron? "Cuatro angelitos tiene mi cama ..." Que evocación más hermosa. Son recuerdos, unidos a nuestra vida, a nuestros anhelos, a nuestras ilusiones ... que nos emocionan y nos sumergen en una vida especial, pausada, ritmica y sobre todo alegre y confiada. Recordemos los momentos vividos, escuchemos con el corazon nuestra querida emisora RADIO CORAZON DE VALENCIA, hagamos que penetre en cada uno de nosotros, ese amor, ese sentimiento, ese recuerdo bonito que cada noche, Vicente Ramirez Lucas, nos transmite, en la tranquilidad de su estudio, desde su atalaya particular, que mira a la noche valenciana, en silencio, callada, hermosa, bella, fresca y amable. Sus palabras, su voz, la selección musical que hacen Mari Carmen y Vicente, nos acompañan en los recuerdos vividos, en las aventuras sentidas, en la hora vivida, amada, evocada ... Que los sueños penetren en cada uno de nosotros, mientras dejamos que cada uno de nuestros particulares recuerdos inunden los corazones particulares que Vicente llena cada noche desde su mirador actual tan particular.
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