2010/09/15

DIRECTO AL CORAZON < La Verdadera crisis>

DIRECTO AL CORAZON                                   < La Verdadera crisis>

SE HABLA estos meses, más que nunca, de crisis:
Una crisis económica que está resultando tener enormes consecuencias en la macroeconomía de Europa y del mundo entero. Este desbarajuste ha alcanzado tal punto de gravedad que, por ejemplo, ya se cuentan por centenares las empresas de mediana -y no tan mediana- envergadura que han terminado por quebrar. Y hay millares de personas que, de  pronto, se han visto empujadas al paro.
La situación es, sin duda alguna, dramática.
Pues bien, lo que, entre otras cosas, se puede apreciar con la irrupción de este gran conflicto económico que atenaza a nuestros a nuestros días (y me  referiré solo, de ahora en adelante, al caso de España) es  la actitud que frente a el estan tomando los ciudadanos.
Durante los últimos años, en España hemos sido testigos de un auge económico sin parangón.
Gracias a Dios, han sido tiempos en los que, en líneas generales, la sociedad ha experimentado una notable mejoría en el bienestar personal y familiar.
SATISFACCION
Curiosamente, sin embargo, ese adelanto monetario no parece haber ido de la mano de un desarrollo moral. Mas bien lo contrario. Así, aunque las condiciones materiales del conjunto de los españoles iban enriqueciéndose dia tras dia, la evolución verdaderamente importante se estancaba. E incluso, con frecuencia, iba hacia atrás.
…..Quiero decir que tanta prosperidad no nos ha satisfecho obligatoriamente por dentro, y que, en mi opinión, a veces el conformismo nos ha llevado a un cierto olvido de Dios.
Cuando las cosas marchan bien, cuando comprobamos que podemos satisfacer los más diversos caprichos materiales sin que ello repercuta mucho en nuestro bolsillo, es fácil prescindir de lo espiritual. O, al menos, olvidarnos de ello.
…..Nuestro momento es éste, el de ahora. En el fondo, no importa cómo se vivió  en el pasado ni cómo se vivirá en el futuro. Conviene, sobre todo, mirar al presente.
Es en las actuales circunstancias cuando realmente podemos dar  nuestro “do de pecho”, cuando podemos mostrar cual es la fuente de nuestra autentica alergia, cuando quizá se someta, al fin a prueba la consistencia de nuestra fe. Ahora debemos acudir a Dios con más confianza, sabiendo que Él es el único que puede reconfortarnos realmente, sin cansancio, porque nunca falla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario