Hace ya seis años que Supersubmarina, el cuarteto de Baeza, Jaén, publicó su primer EP. Con "Viento de cara" estamos ante el disco más completo de su carrera, donde casi todas las canciones podrían funcionar como singles y donde la mayoría de ellas se convertirán inmediatamente en clásicos de su repertorio, coreados por todos sus seguidores en esta inminente y larga gira que les espera en los próximos meses. José Marín Torres (Chino, guitarra y voz), Juan Carlos Gómez Parrilla (Juanca, batería), Jaime Gandía Quesada (guitarra) y Antonio Jesús Cabrera Gutiérrez (Pope, bajo) siguen siendo los mismos cuatro amigos del pueblo que se juntaron un día para intentar hacer canciones que sonaran como las de aquellos grupos que a sus padres les parecían tan raros. <<<VÍDEO/AUDIO<<MUY BUENOS<<<
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Ahora, con 28 años de media, las prioridades empiezan a ser otras. Las cosas les han ido bien pero nadie les ha regalado nada. Se han recorrido el país cien veces, han tocado en todos los sitios que han podido y se han esforzado, de verdad, por dar a conocer a todo el mundo, de la mejor manera posible, su trabajo. Y el público se lo ha ido reconociendo día a día, agotando sus entradas, llenando todos sus conciertos, aclamándoles en los mejores festivales y siguiendo compulsivamente cada una de sus palabras en las redes. Sus dos primeros discos, "Electroviral" (2010) y "Santacruz" (2012), les han situado en las mejores listas, consolidándoles como uno de los grupos españoles de primera fila. Y ante esta tesitura, llega el momento de grabar el tercer disco, "Viento de cara". Lo que tenían claro es que esta vez necesitaban un mes completo para probar, repetir, experimentar y retocar, para dejar que la canción siempre te lleve donde realmente te quiera llevar. Y que, por supuesto, de nuevo volverían a contar con Tony Doogan como productor, que ya había grabado el anterior, "Santacruz", y que es conocido internacionalmente por sus trabajos para Belle & Sebastian, Mogway, Snow Patrol, Super Furry Animals, The Pastels, David Byrne o Teenage Fanclub, o el álbum "Fuerteventura", de Russian Red. De nuevo viajó hasta Baeza para grabar con ellos, por fin, durante 30 días. Todo un lujo en estos tiempos que corren: y todo eso, claro, se nota. El disco fluye, es más limpio y luminoso, mucho más potente y enérgico, sin baladas. Las letras, más positivas, huyendo de las discusiones y rupturas que afloraban en el anterior, implicándose en temas más políticos ("Hasta que sangren") y sociales ("El mañana"). Es el álbum más variado de su carrera, en el que se permiten temas más rockeros ("Furia") o jugar por primera vez con ritmos latinos ("El mañana"), sin abandonar las melodías marca-de-la-casa que tanto recuerdan al primer disco ("De doce a doce y cuarto"). <> aseguran. Por eso se han implicado tanto directamente en todo el proceso gráfico del disco, realizado por el estudio Münster, que han hecho algunos de los carteles de conciertos más bonitos de este país. Todo el diseño del digipack juega con elementos de colores vivos llenos de símbolos y guiños que te acercan a las propias historias de las canciones. Y la propia portada se muestra tan clara como enigmática, alejándoles de la estética de muchas de las bandas de su generación. No hay nada más que ver sus nuevas y más recientes fotos para descubrir a los Supersubmarina más maduros de su carrera. La voz de Jose suena diferente, más clara, menos forzada, y se le siente más cantante que nunca, disfrutando en la interpretación, probando nuevas técnicas, esforzándose por comunicar más con su garganta. En sus letras sigue dando rienda suelta a esas obsesiones sentimentales tan bipolares ("Inestable"), pero con elegantes referencias literarias a Gabriel García Márquez y Jack Kerouac, en "Extrema debilidad", o a Jorge Manrique en "Arena y sal". Después de estar en Baeza grabando, mezclaron el disco durante una semana más, con Tony Doogan en Glasgow, en el estudio que comparte con Mogway: Castle of Doom. <> confiesan. Sorprende su humildad y naturalidad. No van de nada ni pretenden repetir los estereotipos de las estrellas del rock. Son buena gente, sinceros y discretos, cuya única pasión confesable es la música. Solo intentan hacerlo un poco mejor cada día, ser mejores músicos y que se les reconozca su esfuerzo. Se les nota con ganas, con la energía y el ímpetu propio del que todavía tiene mucho que decir y tanto que demostrar. Ellos tienen claro que lo van a seguir intentando, una y mil veces, las que sean necesarias, sin importarles sin van contracorriente o si tienen el viento de cara.
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