La voz de Sandra Carrasco ha madurado. Ha recorrido caminos y se ha enriquecido en tonos, en colores, en experiencias. No ha perdido la elegancia, delicadeza y sensibilidad que exhibió en su primera producción, pero ha ganado en sabiduría, arrojo y contundencia. Esta veteranía le ha permitido afrontar con convicción el enorme repertorio de sonidos latinoamericanos para hacerlos suyos en su segundo disco: “Océano”. En este nuevo disco, compuesto por 15 temas, la voz de Sandra, que se curtió en el Flamenco, se lanza confiada al tango, bossanova, el bolero y el pop con versiones de “Sabor a Mí”, “Por una Cabeza” “Madrecita”, “Piel de Canela” y "Resistiré" entre otros. Sandra acomete esta aventura bien arropada. Le acompaña Chuchito Valdés al piano y eso permite que su salto sea con red, ya que no es poca cosa ir tomada de la mano de un músico de la talla del cubano.
<<<VÍDEO<<BUENÍSIMO<< ELEGANCIA, DELICADEZA<<SENSIBILIDAD<<
No es solo que Chuchito sea heredero de la mítica saga de los Valdés –eso sería muy reductor- , es que ese piano le imprime una cadencia que huele a isla y a habanos. A su vez, Javier Colina, considerado el mejor contrabajista de la escena europea actual, aparece aquí como una bisagra entre Chuchito y Sandra. Es el eje y al mismo tiempo la brújula que permite que la intérprete explore nuevos territorios sonoros sin perder sus raíces.
La aparición de Javier Colina en este disco no es casual. La biografía del músico navarro ya estaba entretejida con la saga de los Valdés desde que actuó al lado de Bebo, el desaparecido patriarca, y fortalece lazos con esta andadura discográfica.
Julio Martí, ganador de dos premios Grammy latinos por “Spain” de Michel Camilo y Tomatito, por “El Arte del Sabor” de Bebo Valdés, Patato y Cachao, y "Calle 54", es el productor del disco donde Sandra fusiona todos los ingredientes musicales con enorme maestría y tremendo corazón convirtiéndolos en su primera obra maestra.
“Océano” es finalmente, y sobre todo, un viaje por esas canciones de “toda la vida” que
ahora tienen en la voz de Sandra una referencia necesaria e indiscutible. Es un recorrido por esos temas siempre presentes en la memoria colectiva y en los tocadiscos de todas las casas, y que ahora interpretados en la voz de Sandra Carrasco, inmortalizará, sin duda, muchas más versiones en lengua castellana.
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No es solo que Chuchito sea heredero de la mítica saga de los Valdés –eso sería muy reductor- , es que ese piano le imprime una cadencia que huele a isla y a habanos. A su vez, Javier Colina, considerado el mejor contrabajista de la escena europea actual, aparece aquí como una bisagra entre Chuchito y Sandra. Es el eje y al mismo tiempo la brújula que permite que la intérprete explore nuevos territorios sonoros sin perder sus raíces.
La aparición de Javier Colina en este disco no es casual. La biografía del músico navarro ya estaba entretejida con la saga de los Valdés desde que actuó al lado de Bebo, el desaparecido patriarca, y fortalece lazos con esta andadura discográfica.
Julio Martí, ganador de dos premios Grammy latinos por “Spain” de Michel Camilo y Tomatito, por “El Arte del Sabor” de Bebo Valdés, Patato y Cachao, y "Calle 54", es el productor del disco donde Sandra fusiona todos los ingredientes musicales con enorme maestría y tremendo corazón convirtiéndolos en su primera obra maestra.
“Océano” es finalmente, y sobre todo, un viaje por esas canciones de “toda la vida” que
ahora tienen en la voz de Sandra una referencia necesaria e indiscutible. Es un recorrido por esos temas siempre presentes en la memoria colectiva y en los tocadiscos de todas las casas, y que ahora interpretados en la voz de Sandra Carrasco, inmortalizará, sin duda, muchas más versiones en lengua castellana.
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