Siete voces muy singulares se unen en el proyecto Voces Amigas, un grupo de Christian & Góspel creado para transmitir un mensaje de alegría y esperanza a través de la música. Con ese espíritu como punto de partida, Voces Amigas se lanza a la fusión con los más variados estilos.Tanto el grupo como su álbum de debut, Aleluya, están liderados por Antoni Sicus Carbonell, productor del disco, que aparca su faceta de cantante durante 19 años de Sabor de Gracia para dedicarse en exclusiva a Voces Amigas. Sicus ha convocado en torno a su proyecto a una nómina de voces singulares, hasta completar un fantástico elenco completado por Betty Anka, Annie Hernández, Bárbara Vázquez Barby, Kelly Gómez, Tony Ruiz y Samuel Vázquez.
<<<VÍDEO<<<BUENAS VOCES<<< ESPIRITUALIDAD<<<<
Cada una de las 15 canciones que integran Aleluya es un ejemplo de la fusión que predican. Ritmos y estilos como el ska, el funk, el rap, el flamenco, la salsa o la balada se entremezclan con el góspel y la rumba, hasta tejer un interesantísimo crisol musical en el que el protagonismo recae en las voces de sus intérpretes.
En un tono siempre alegre, del álbum destacan las versiones rumberas de la canción que da título al disco, con la que Israel ganó el Festival de Eurovisión en 1978, y de la adaptación de When the saints go marching in. En la misma línea de energía y optimismo, el trabajo incluye algunas participaciones muy especiales, como los duetos Tremenda presencia, con el salsero Ismael Miranda, y Tengo alegría, con Alex d’Castro.
Además de las versiones, Aleluya incorpora temas inéditos compuestos por el grupo. Canciones como Hay momentos, Yo nací, Levanto mis manos o Espíritu Santo tratan de mostrar de una forma más íntima la necesidad y dependencia de su Creador que alberga el ser humano. El disco incorpora un himno infantil, En el hogar, interpretado mediante una curiosa mezcla de ska y rumba, y el canto a la esperanza Despierta Cristiano. La canción Voces amigas, que da nombre al grupo, sirve para presentar el propio proyecto musical.
En medio de unos tiempos tan difíciles e inciertos como los actuales, Aleluya pretende ser una colección de voces y canciones reunidas para transmitir, de forma alegre y optimista, la fe, la esperanza y el amor que este mundo necesita.
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Cada una de las 15 canciones que integran Aleluya es un ejemplo de la fusión que predican. Ritmos y estilos como el ska, el funk, el rap, el flamenco, la salsa o la balada se entremezclan con el góspel y la rumba, hasta tejer un interesantísimo crisol musical en el que el protagonismo recae en las voces de sus intérpretes.
En un tono siempre alegre, del álbum destacan las versiones rumberas de la canción que da título al disco, con la que Israel ganó el Festival de Eurovisión en 1978, y de la adaptación de When the saints go marching in. En la misma línea de energía y optimismo, el trabajo incluye algunas participaciones muy especiales, como los duetos Tremenda presencia, con el salsero Ismael Miranda, y Tengo alegría, con Alex d’Castro.
Además de las versiones, Aleluya incorpora temas inéditos compuestos por el grupo. Canciones como Hay momentos, Yo nací, Levanto mis manos o Espíritu Santo tratan de mostrar de una forma más íntima la necesidad y dependencia de su Creador que alberga el ser humano. El disco incorpora un himno infantil, En el hogar, interpretado mediante una curiosa mezcla de ska y rumba, y el canto a la esperanza Despierta Cristiano. La canción Voces amigas, que da nombre al grupo, sirve para presentar el propio proyecto musical.
En medio de unos tiempos tan difíciles e inciertos como los actuales, Aleluya pretende ser una colección de voces y canciones reunidas para transmitir, de forma alegre y optimista, la fe, la esperanza y el amor que este mundo necesita.
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