Alis ha conseguido dos de las cosas más importantes para un músico. No hablamos de dinero, ni fama. Las dos cosas son interesantes, claro, pero no es el caso que nos ocupa: este jienense, nacido en Baeza hace 37 años, ha logrado algo más importante: tener buenas canciones y un sonido propio.
Lo demuestra en Cantos de ocasión, su quinto disco con el que si existe justicia en esto del pop, debería ser uno de los discos más importantes de este año.
Producido por Suso Saiz y el propio Pachi, Cantos de ocasión es un brillante viaje que tiene varias claves para desentrañar la condición humana. Comienza en los sonidos bailables con aire ochentero de Cantos de Ocasión y acaba con una hermosa historia de redención (Donde no llega el humo). De la oscura y bella Palabras que compré a la preciosista Defectos sin efectos –en la que Alis se transforma en el Bon Iver andaluz-
Aquí encontraremos reinvenciones personales, nobles declaraciones de principios y de amor. Diez canciones más llenas de pop atemporal a ratos mágico a ratos costumbrista, pero siempre adictivo.
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Curtido como técnico de sonido, más de 200 conciertos propios por España y favorito de grupos como Amaral, del que ha sido telonero, Pachi García Alis tiene cuatro discos anteriores: Alis (2006), Mínimo (2008), Cuando el sol nos de calambre (2009) y Material de disección (2011). Todos son imprescindibles para entender cómo ha llegado a Cantos de ocasión. Su mejor trabajo hasta la fecha. Imprescindible pieza del pop español de esta década.
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