Casi veinte años (¡cómo pasa el tiempo!) de historia contemplan la trayectoria de M Clan, lo que los convierte en una de las formaciones con más solera de la escena rockera española. Cerca de veinte años en los que han sucedido muchas cosas y en los que el grupo, para seguir creciendo y mirando hacia adelante, se ha reinventado en diversas ocasiones, aunque sin olvidar jamás esas formas musicales que le son propias e identificables y que se nutren de la mejor tradición de lo que se conoce como rock clásico: el que se forjó en los últimos años sesenta y los primeros setenta y bebe, principalmente, del hard rock británico y las esencias sureñas estadounidenses. Pero la de M Clan es una visión amplia que asume géneros para ponerlos al día y modelar una sónica personal.
La última transformación de M Clan llegó en compañía del productor y guitarrista Carlos Raya, con el que dieron forma a Memorias de un espantapájaros (2008), un trabajo con el que abrían una nueva etapa. Un álbum que desembocaría en Para no ver el final (2010), cuando las riendas del grupo las asumieron plenamente Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez, compositores principales y alma de la banda desde los primeros tiempos. Ambos, y contando con el apoyo esencial de Raya, redefinieron un nuevo sonido que les llevó a impregnar su música de intenso soul, incorporando a una sección de vientos, que incluso los acompañó en vivo (toda una rareza en la escena nacional), respaldados por Iván González (bajo), Coki Giménez (batería) y Prisco (guitarras).
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Esa nueva línea comenzada a trazar entonces, es la que M Clan siguen explorando en Arenas movedizas, su nuevo disco, en el que continúan investigando la conexión entre su rock robusto y un soul (bailable por esencia) que les da alas rítmicas y que empasta perfectamente en su ideario sonoro. Todo ello sin perder en ningún momento la esencia del sonido M Clan: escuchas las primeras notas de "Para decirte adiós" (la canción que abre el álbum), y sabes sin lugar a dudas que son ellos, que ahí están, como siempre, pero renovados con esos vientos que los fortalece tanto como los aligera, trasladando al oyente hacia un lugar donde el rock quema de tanta intensidad. Y sabes, en definitiva, que si estas oyendo a M Clan, es que el mejor rock emocional está de regreso.
En Arenas movedizas M Clan se presenta como un grupo versátil que lo mismo borda medios tiempos de la escuela del mejor rock clásico, como "Escucha mi voz" (primer single. ¡Atención a esos arreglos de cuerdas!) y "Nadie se acordará de ti", que te hace saltar con el rock furioso de "Noche de aullidos" o "Arenas movedizas".
Una formación que se maneja con soltura en el rhythm and blues de "Ritual" (con recuerdos al blues de los pantanos que brotó desde Nueva Orleans), pero que en "Cuando el camino duela" es capaz de aparcar el rock y firmar un tema de pura orfebrería soul que habría hecho las delicias de las formaciones vocales de la Motown en sus años de gloria. De igual modo, asumen el country rock en esa delicadeza casi etérea que es "Solo el viento".
Pero hay más: son capaces, solo con su música, de hacernos visualizar la carretera y oler la gasolina en 'Vidas desiertas' (una intensa "road song" por las carreteras hispanas de interior). Incluso, de pronto, al final del disco, parecen guiñar un ojo a la tradición del rock español de los ochenta, cuando lo capitaneaba Miguel Ríos, en ese himno que es "Rock and roll del siglo XXI": un cierre de álbum vitalista y animoso que invita a volver a escuchar el álbum entero.
Y todo ello llega envuelto por una producción de Carlos Raya espléndida y meticulosa, de las que nos vuelven locos a quienes disfrutamos de los detalles musicales y nos gusta el sonido de las grandes producciones, esas que ya parecen perdidas para siempre y que, sin embargo, en M Clan siguen vivas: en Arenas movedizas podemos perdernos escuchando el sonido de las guitarras, disfrutando de un órgano corpóreo, de una batería que apuntala el sonido, de un bajo que define con precisión el ritmo, de esos metales intensos, de riffs cargados de intención... Y, por supuesto, en primer plano, ahí está la voz de Carlos Tarque, un vocalista portentoso que canta como quiere y que, sin hacer alarde de ello, lo mismo se rompe la garganta en los temas más furiosos como sabe tratar con suavidad y tacto las baladas, poniéndose siempre al servicio de la canción, como debe ser, en este caso para aproximarnos un repertorio en el que la huida y la despedida lo sobrevuelan casi constantemente.
Que nadie se lleve a engaño, por mucho que el nuevo trabajo de M Clan se titule Arenas movedizas, este nombre solo responde a las sentimentalidades narrativas que acoge, porque, musicalmente, Ruipérez y Tarque tienen los pies firmemente afianzados en el suelo, y con esa solidez nos dejan un disco de rock puramente abrasivo. De esos con el regusto de las grandes obras para las que no pasará el tiempo.
Juan Puchades.
GIRA ARENAS MOVEDIZAS 2012/2013
NOVIEMBRE
Sábado 24 - PALMA Sala Es Gremi (antigua Assaig)
Viernes 30 - LLEIDA Sala Cotton Club
DICIEMBRE
Sábado 1 - VALENCIA Sala Noise (Antigua Sala Mirror)
Sábado 15 - BARCELONA Sala Razzmatazz
Viernes 21 - SANTIAGO DE COMPOSTELA Sala Capitol
Sábado 22 - ASTURIAS (ciudad por confirmar)
Viernes 28 - BILBAO Kafe Antzokia
Sábado 29 - MADRID La Riviera
FEBRERO
Viernes 1 - MÁLAGA Sala París 15
Sábado 2 - CASTELLÓN Sala Opal
Viernes 8 - SEVILLA Sala Custom
Sábado 9 - GRANADA (ARMILLA) Industrial Copera
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