2012/05/30

RUMER ¡YA ESTA A LA VENTA SU NUEVO DISCO "BOYS DOÑ´T CRY"!

Rumer publica el 29 de Mayo su nuevo disco "Boys Don´t Cry". Tras el éxito de su disco de debut "Seasons Of My Soul", la cantante británica presenta ahora este álbum en el que interpreta canciones de la década de 1970 cantadas por hombres, de ahí su título "Boys Don´t Cry". Canciones de artistas como Bob Marley, Isaac Hayes, Hall & Oates, Townes Van Zandt, Leon Rusell o Tim HardinRumer nació y pasó los primeros años de su infancia en Pakistán. Su padre era el ingeniero jefe en la construcción de la enorme presa de Trabela Dam, 30 millas al norte de Islamabad. Anteriormente su trabajo le había llevado, junto a su joven familia, a Australia, Tasmania y Sudáfrica. Rumer era la mas joven de siete niños que se encontraron viviendo en esta colonia de expatriados, sin TV ni periódicos: una comunidad en la que los niños corrían libres y los adultos jugaban al bridge y al golf.
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Esta comunidad cerrada, pero muy libertaria, acercó a Rumer a su primer contacto con la música. Su familia era "muy feligresa, pero de una manera muy suave, muy de los años 70" y sus hermanos y hermanas eran especialmente musicales; cantaban y componían canciones a menudo, decididos a encontrar su propio entretenimiento. Su hermano Rob dio a Rumer su primera guitarra, que ella aprendió a tocar sola y con la que años mas tarde escribiría todas las canciones de su disco de debut "Seasons of my soul". La familia vivía lo que podía ser una existencia encantadora, Rumer recuerda este periodo de su vida como idílico "Era un panorama extraterrestre" afirma "Nuestro universo no estaba definido por nada excepto por nosotros mismos".
La vida cambió cuando la familia volvió al Reino Unido y se asentó en New Forest. Tras no haber visto nunca una televisión, Rumer se obsesionó con las películas musicales en technicolor, viendo una y otra vez a Judy Garland. En el colegio se sintió a la deriva, insegura en una sociedad con la que no tenía ninguna conexión y encontró consuelo en la inspiración musical y las películas antiguas. Una influencia que se puede escuchar en canciones como "Slow" y "Come to me high". "Mis canciones tienen elementos de la tradición folk, que es la música con la que crecí. Pero cuando empecé a escribir con mi guitarra, tenía una tendencia a combinarlo con esos acordes épicos, cinematográficos…Siempre estoy buscando una melodía elevada, romántica. Básicamente quería escribir la banda sonora de Hedy Lamaar bajando las escaleras en espiral".
Poco tiempo después de su regreso a Inglaterra, sus padres se separaron, una circunstancia de la que Rumer solo tuvo conocimiento a la edad de 11 años. Fue entonces cuando supo que su padre biológico no era, de hecho, el hombre al que ella había estado llamando "Padre". El padre de Rumer era el cocinero paquistaní de la familia, con el que su madre, que era lingüista, había tenido una relación. "Mi madre y mi padre biológico no podían ser mas diferentes" dice Rumer. "mi madre era una mujer inglesa preciosa y bien educada. Este hombre bastante mayor estaba trabajando para apoyar a su propia familia que vivía en un pueblo en la montaña. Pero tuvieron una conexión. Mi padre fue muy noble sobre esta cuestión. No me trató de manera diferente, aunque si que fue muy doloroso para todo el mundo. "
Tras la separación de sus padres, Rumer fue educada en Carlisle por su padre y pasaba los veranos en New Forest. Dejó el colegio a los 16 y empezó a moverse; estudio Arte en Devon y entró a formar parte de un grupo indie rock llamado La Honda. El grupo contó con el apoyo del NME y de Radio 1. Entonces a la madre de Rumer le diagnosticaron cáncer de pecho, así que se trasladó de nuevo a New Forest para estar con ella. Alquiló una caravana en un patio en ruinas, rodeado de muebles viejos, y se dedicó a colaborar con grupos locales, enseñar teatro en un colegio de la zona (a pesar de su falta de cualificación) y trabajar brevemente para la concejalía de arte. A medida que crecía y empezaba a entender mas a su madre, Rumer empezó a escribir sus propias canciones. "En esa caravana volví a mis raíces".
Su madre falleció en el 2003 y Rumer tocó fondo. La letra de canciones como "Healer" documenta la aflicción de Rumer ("A veces me siento tan temporal, como esos días de verano…si cierro mis ojos, te puedo escuchar riendo"). De vuelta a Londres y en el paro, Rumer se puso en acción. Se mudó a una casa en el campo donde formaba parte de una comuna dirigida por "un barón filantrópico y carismático. Yo lavaba los platos, cocinaba, hacía las camas…El sitio estaba repleto de gente fascinante que por una u otra razón se habían caído de la sociedad." Rumer reconoce que, subconscientemente, podría estar intentando recrear ese sentimiento de libertad que no había experimentado desde su infancia en Pakistán. En este ambiente de belleza natural, escribió muchas canciones, entre ellas la impresionante "Blackbird" que habla en parte de darse cuenta de que es lo suficientemente fuerte para volver al mundo real. "Esa canción es un punto de inflexión" dice. "Habla de un montón de cosas, pero principalmente sobre ser adicta a la pena. Me dio el coraje para volver a Londres e intentar llegar a algún sitio con mi música".
Rumer volvió a Londres e intento empezar de nuevo. Trabajó en cualquier empleo que le permitiera tener tiempo para su música y fue entonces cuando tuvo una especie de "Momento Peter Sellers". "¡Si!" se ríe. "Alguien me dijo que era como Peter Sellers porque me habían visto en tres sitios diferentes el mismo día. Me movía por el sur de Londres, haciendo cualquier trabajo que te puedas imaginar; camarera, profesora, peluquera, camarera de hotel, vendedora de palomitas de maíz…y también trabajaba en la tienda Apple de Regent Street donde reparaba i pods rotos".
El éxito no se le sirvió a Rumer en un plato. Luchó duro y durante mucho tiempo, 10 años en los que actuó en todos los locales que pudo, intentando conocer a gente de la industria que le diera una oportunidad mientras que mantenía sus trabajos en el sur de Londres. "Tienes que ser dura" afirma Rumer. "Me rechazaban constantemente y seguía intentando mejorar. Ves cómo un montón de músicos con mucho talento desisten, porque te tienes que sacrificar mucho".
La suerte de Rumer cambió cuando conoció al compositor de musicales Steve Brown ("It´s a wonderful life", "Spend, spend, spend") que estaba viendo un concierto en el club Cobden de Kensal Rise, donde su hijo tocaba el bajo con su grupo. Quizás la vida de Steve Brown no fuera tan turbulenta como la de Rumer pero cualquiera que haya escrito canciones para Harry Hill y haya participado en el show de TV de Alan Partridge...bueno, digamos que ya tiene su propio CV. "Solo estaba allí por mi hijo. Vi a esa chica nerviosa con su guitarra y me temí lo peor. Después de 10 segundos, estaba anonadado" Brown se convirtió rápidamente en el productor de Rumer. "Nadie nos juntó" se ríe Rumer. "pero estamos unidos por un amor a la música. Él es de la misma tradición que George Martin que también comenzó su carrera musical en la comedia".
Rumer y Steve empezaron a dar vida a un puñado de canciones destinadas a enamorar a cualquiera con un par de oídos. El primer single "Slow" es una canción capaz de detener el tiempo, una de esas canciones de "para-lo-que-estás-haciendo-ahora". "Es una canción de amor. Habla sobre ser obsesivo en una nueva relación. Y tiene esos coros en plan griego que me avisan de no enamorarme tan rápido" El clásico instantáneo de "Aretha", sin embargo, cubre otros temas, "la gratitud que sientes hacia artistas que te mantienen en momentos difíciles. Todo el mundo tiene su propia Aretha. No puedo imaginar mi vida sin ellos".
Piensa también en que nervio habría que tocar para titular una canción por Aretha Franklin y cantarla en su idioma. Esto podría ser debido, en parte, al hecho de que Rumer ya se ha encontrado a algunos de sus héroes. Ha cantado con Carly Simon, tras haber trabajado con su hijo Ben en el 2005. A comienzos de este 2010, el gran Burt Bacharach oyó hablar de Rumer y quedó tan impresionado que la invitó a California a cantar para él. "Lloré de alegría cuando me lo dijeron" afirma. "Si Burt Bacharach dice que eres buena, tienes que empezar a creer que eres buena de verdad".
A comienzos del 2010 y a la edad de 31 años, el proceso del boca a boca que ha despertado la carrera de Rumer empezó a causar efecto. Su manager colgó una pregunta no relacionada con la música, en su perfil de Facebook "¿Quién es la persona menos valorada que conoces?". Cinco personas sin ninguna relación entre si respondieron con la palabra "Rumer". Tras firmar con ATC Management, gran parte de la industria intentó ficharla rápidamente. En Marzo firmó con Atlantic Records (el sello con las mejores grabaciones de Aretha Franklin)
Mientras Rumer se prepara para ser comparada con artistas clásicos como Carole King o Karen Carpenter, no se encuentra en absoluto intimidada. "Siempre me he sentido un poco fuera de la sociedad. No estoy preocupada por lo que esta de moda o lo que es popular. Todo lo que quería hacer era algo de calidad que aguantase la prueba del tiempo, que esté enraizado en la autenticidad, algo a lo que la gente pueda volver. Porque este es el tipo de música que yo escucho. "

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