2011/12/08

FERNANDO SOTO: “Frente al espejo”canción de José Luis Perales con la colaboración especial de Juan Carmona a la guitarra, es el tercer single del primer álbum de Fernando Soto.


BIOGRAFIA
¡Agárrense que vienen curvas flamencas con ensolerada denominación de origen Sherry! ¡España-Jerez! Por ahí te quiero ver. Soto, con ese de subidón, de soniquete, de saludylibertad, con ese líquida de spanish sherry, con la ese del salero univer-Sal. “Ya está aquí mi primo / ya está aquí mi primo”, jalea flamenco Pitingo dándole entrada a su Fernando Soto, que ya va a ser, con este su disco de debut, nuestro Fernando Soto; el de todos los buenos degustadores.
Debuta el primo Fernando Soto y renace el poderío inverosímil y arrasador de aquella Lola de fuego, nuestra inolvidable Dolores, Lolita, Lola de España. Y se reaviva la obra crucial de un gitano de respeto y de arte llamado don Antonio Gallardo, en cuyo pulso late un Jerez esencial. Gracias, Fernando, por reverdecer tal gloria morena, que, ya sabemos, en nuestra tierra hay tanto arte como poca memoria.


Entran de la mano Fernando Soto y su primo Pitingo, que actúa de padrino y le da la réplica en esa zambra-farruca “Limosna de amores” de los Quintero/León/Quiroga, que estrenó Luisa Ortega cuando era ella la que debutaba, el 21 de diciembre de 1951 en el teatro Calderón de Madrid. Al lado de tan grande descubrimiento el padre de la criatura, Manolo Caracol que de niño se dio a conocer en ese mismo coliseo. Lola Flores en México retomó la copla y le dio mayor fama. Ahí es nada, los nombres que nos salen al paso. Ahora les toca a los parientes enfrentarse al compromiso de actualizar la pieza; Fernando Soto le da el acento, tono y aire adecuados, Pitingo los giros morenos trasatlánticos que nos acercan, por ejemplo, a ese Nueva York donde tenía Lola su discográfica. Siempre fuimos gente de mundo. Y a Caracol y a Luisa y a Lola nos retrotraerá Fernando recital adelante, zambreando a piano -en manos de Pedro Ricardo Miño- al interpretar “No puedo vivir contigo”.
Y para ser mundial lo primero es ser diferente. Más característico de Jerez que la bulería no cabe. Fernando Soto –ahora Fernando Solo-, ya en solitario en el ruedo del cedé, se dice con su aquel preciso esa “gallarda” copla bulearera, acompañado por la genuina bajañí de los finos degustadores, Manuel Parrilla ¡Eso es! Ante esta “Torre del arte” no tenemos más remedio que tocar las palmas.
Vaya como rapea Fernando Soto cuando bombardea. Nadie se apure que los flamencos jamás guerrearon. Esta es “La bomba gitana”, morena, sabrosona, pa bambolearse a gusto. Y de la zumba jaranera a las palabras mayores: “A que no te vas”, del también jerezano Manuel Alejandro, que canta Fernando al golpe de compás con una rotundidad bárbara, emocionante matiz y el rajo flamenco de su buen metal ¡Qué sabe nadie! Eso, que le sigue otro de los alardes de largo alcance firmados por Manuel Alejandro, “¡Qué sabe nadie!”. Y Fernando Soto, aún en el momento más baladista, queja la voz, que es el lío ¡Qué sabe nadie! Podemos ratificarlo en “Frente al espejo”, la canción de José Luis Perales armonizada de lujo por la guitarra de Juan Carmona ¡Viva el lujo y el que lo trujo! Pero si de metales hemos hablado, en la tesitura que estamos nos tenemos que acordar de “Los metales de tu voz”, de Gallardo que tan-bién dijo Lola Flores, para que luego hiciesen correr por esos mundos el infundio de que ni cantaba, ni bailaba… Tenemos a Fernando Soto, que vamos viendo que sabe defenderse con sobrada destreza cantaora, defendiéndola, aquí a compás de tango con la guitarra de Pedro Pimentel. Ahora, donde en verdad saca a relucir Fernando Soto su más jondo metal es por siguiriya. No me extraña porque aquí lleva un pórtico de leyenda flamenca, la guitarra patriarcal de don Juan Habichuela, que secunda el cante de Manuel Torre que nos hace Fernando Soto. Vaya unos nombres de caliá. Pues faltan más, que ahora con el piano de Pedro Ricardo sigue Fernando con las seguiriyas trianeras que nos enseñaron don Arturo Pavón y Luisa Ortega.
Hubo un tiempo en que gozamos de voces sísmicas, porque el mayor daño que causaron fue levantarnos las tapaeras del sentío. Añoramos un Terremoto, dos Terremotos…, y a una Francisca, Paca, Paquera, que atronando aún con su resuelto poderío se nos fue. Y para cantarle en homenaje el “¡España-Jerez!”, está ahí una selección de nativos, de flamencos jerezanos de nativitate, que van desde los compositores/autores Gallardo Molina/Nicolás Sánchez, hasta la voz cantante, Fernando Soto, y la sonanta de Parrilla, las palmas y los jaleos de Juañares, El Quini o Juan Grande en tiempo real. Lo dicho, ¡España-Jerez! Y si a Pitingo le dispensamos para abrochar su debut discográfico un coral y festivo “Antonio, Antonio, Antonio”, se reserva el primo-productor un alternativo “Ole mi Fernando” que da paso al fiestón, trocotrón, trocotrón, de bulearero eco jerezano; ahí Jesús Méndez, El Londro, Melchora… ¡Viva tu tierra, Fernando!
¡España-Jerez!, repiten los naturales del lugar encantados de haberse conocido ¡Natural!, tu no ves que se hartan de andar de acá para allá y no encuentran par. ¡España-Jerez!, exclamamos cuando escuchamos –y cuando vemos actuar- a Fernando Soto ¡Vamos allá, primo!, que tu primo Gamboa –aunque sea por parte apócrifa- te desea que la ese de tu Soto se te vuelva también la $ del jurdó con arte bien ganado.

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