Una de las grandes aportaciones de la música en la década de los 70 fue sin ninguna duda la música disco, el espíritu de los clubs y la idea escapista del fin de semana. Una semana dura de trabajo que terminaba en la pista de baile, en la que desaparecían todos los problemas y todo se convertía en una explosión de melodías, colores, amor y sentimiento de auténtica libertad. Bailar una canción pop es flotar en el aire, sentir como la melodía te atraviesa el corazón e irradia una dosis de placer que recorre tu cuerpo a la velocidad de la luz. La música en los clubs ha cambiado mucho en los últimos años y somos muchos los que reclamamos la vuelta de la melodía a las pistas de baile.
Pues bien, bienvenidos a “La Música Disco Del Siglo XXI” (21 Disco Music)!!
LA CASA AZUL regresa con una demoledora colección de canciones que van a alimentar e iluminar las pistas de baile de medio planeta y los corazones de los miles de fans y seguidores que el grupo tiene repartidos por los 5 continentes. Las nuevas canciones de Guille Milkyway evidencian un amor a partes iguales por Phil Spector, Norman Harris, la ELO, THE JESUS AND MARY CHAIN, PIZZICATO FIVE, los RAMONES o THE STYLE COUNCIL.
El disco es una gran explosión de sonidos e influencias de todos los tiempos, ajena a prejuicios y exuberante en todas sus formas, en el que el elemento melódico se convierte en el auténtico protagonista por encima de cualquier otra cosa y sobreviviendo a todo y contra todo. A pesar de poseer unas estructuras más complejas que nunca, de las capas y capas de sonido, de las distorsiones, el ruido absoluto, de los múltiples arreglos y del barroquismo en general, lo que hace sobrevivir a las canciones de “La Polinesia Meridional” es precisamente su componente melódico y los pequeños matices que modulan las canciones. “Hang On” de TEENAGE FANCLUB podría ser un claro ejemplo de cómo el ruido resulta mucho más conmovedor porque junto a él convive una melodía brillante.
“La Polinesia Meridional” rebosa amor por las melodías, proclama y reivindica la esencia del pop por encima de todo, las canciones tarareables, próximas y arrebatadoramente populares. Cada vez resulta más difícil definir, hablar o intentar explicar como son las composiciones de LA CASA AZUL, ha creado un universo tan particular con un sonido tan característico y singular, pero que a la vez resulta tan cotidiano y próximo, que descoloca cualquier teoría o definición y reduce todo a una sola palabra, “accesibles”, canciones accesibles que cautivan, seducen y hechizan. Es sin ninguna duda su mejor trabajo y musicalmente las canciones hablan por si solas y revelan el gran talento que atesora Guille y lo fascinante que resulta su universo.
Esta oda al escapismo, expresada en su máxima potencia en la canción que da título al disco, evidencia más que nunca los contrastes entre la temática y la forma. Las letras de las canciones están llenas de desencanto, sufrimiento, miedo y sin embargo, a nivel musical, el disco resulta en todos los sentidos, más colorido y explosivo que nunca: estribillos, orquestación, arreglos, producción... en este sentido, el efecto sanador de las canciones de LA CASA AZUL surge de esa singular combinación.
“La Polinesia Meridional” es un disco mágico en el que Guille se muestra mas transparente que nunca, un trabajo que pone de manifiesto su desorientación ante el irremediable paso del tiempo (“¿Qué Se Siente Al Ser Tan Joven?”) y ante un mundo en declive, un sistema que se derrumba y ante un entorno hostil y decadente (“Sálvese Quien Pueda”, “Europa Superstar”). Las letras, efectivamente, respiran cierto pesimismo y un nivel elevado de resignación ante la debacle, pero aún así, a lo largo del disco, se dejan entrever chispazos de optimismo (“La Fiesta Universal”, “Los Chicos Hoy Saltarán A La Pista”, “Una Mañana”, “La Niña Más Hermosa”), el retorno a la sencillez y a la belleza y la consecuencia de agarrarse al amor como única forma de mantener una actitud vital ante la realidad.
En este disco se habla mucho de sufrimiento y de la incapacidad para superar ese sufrimiento (“Sucumbir”, “Colisión Inminente”, “Terry, Peter Y Yo”). Muchas de las canciones son como gritos de rabia e impotencia, gritos que pretenden resultar arrebatadores y sobretodo, bonitos. El exhibicionismo emocional de Guille en las letras de este disco es muchísimo mayor que en cualquier canción del pasado, pero el lenguaje utilizado en todo momento pretende ser más cercano y sencillo que nunca.
“La Polinesia Meridional” tendrá una primera edición limitada en CD en un formato especial llegado de otro mundo, la ya conocida “Edición Espacial” del álbum, el día 28 también se pondrá a la venta la “Edición Retrospectiva”, edición limitada en vinilo ultradinámico de 12 pulgadas que incluirá una descarga digital gratuita. Una vez agotadas ambas ediciones limitadas especiales para los fans del grupo llegará la “Edición Terrestre”, edición standard en formato Digipak.
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