2011/08/28

MAREA vuelven a declararse dueños de su destino y su devenir desde el título de su nuevo CD, "En Mi Hambre Mando Yo"Marea entrán en ebullición de manera inmediata con canciones tan vertiginosas como Bienvenido Al Secadero (perfectísima tarjeta de presentación, protagonista del primer videoclip y elegida primer single

MAREA
Gestionando los tiempos como sólo ellos saben hacer, tras cuatro años de necesario barbecho, los Marea vuelven a declararse dueños de su destino y su devenir desde el título de su nuevo CD, En Mi Hambre Mando Yo: puchero de canciones de alto voltaje y oleaje erigido sobre el ya característico rock con casta de los de Berriozar, fuertemente tintado de actitud, convenientemente aderezado con sus habituales especias flamenquitas y marcado a fuego por la lírica de Kutxi Romero; a pecho descubierto y corazón abierto siempre, puro duende -más que artista con duende- éste, el poeta del rock de rima libre y disonante. ¿El resultado final? Un potaje musical que, gustosamente cocinado por ese chef de los botones que sigue siendo Kolibrí, presenta un inconfundiblemente sabor a cosa buena.
 
 
Un trabajo con el que el hambre de nuevas canciones de Marea que desde 2007 sacude la escena va a quedar plenamente satisfecha. En Mi Hambre Mando Yo, sexto disco del quinteto integrado por Kutxi Romero a la voz, Kolibrí Díaz y César Ramallo a las guitarras, Eduardo Beaumont Piñas al bajo y Alén Ayerdi a la batería y a las percusiones, consta de diez canciones grabadas durante los meses de junio y julio de 2011 en los Estudios Sonido R-5 de Orikain (Navarra) por Kolibrí Díaz y Jaime Sanz Mapatxe, encargándose el primero de las labores de producción. Las mezclas las llevó a cabo Mike Fraser (AC/DC, Metallica, Aerosmith…) en los famosos estudios Warehouse Studios de Vancouver (Canadá) en agosto de 2011, encargándose ese mismo mes del trabajo de mastering Adam Ayan (Pearl Jam, The Rolling Stones, Nirvana…) en los Gateway Studios de Portland (USA). El arte de la portada corrió a cargo de Ramone, siendo las únicas colaboraciones que aparecen las de Arantza Mendoza, a los coros y Fredi Peláez al órgano Hammond. Pasando de cero a cien en cuestión de segundos, dejando claro desde el primer tema que la espera ha merecido la pena, el vitamínico perol cocinado por los Marea entra en ebullición de manera inmediata con canciones tan vertiginosas como Bienvenido Al Secadero (perfectísima tarjeta de presentación, protagonista del primer videoclip y elegida primer single), La Majada, Sobran Bueyes y El Día Que Lluevan Pianos, acertados ejemplos de que la compulsiva hambre de Rock & Roll por ellos hecha durante este parón, ha quedado totalmente saciada; a continuación, a fuego más lento, suena Canaleros, magnífico medio tiempo. Lo mismo que, con permiso de la pegadiza Ojala Me Quieras Libre, sexta en hacerlo, Ángeles Del Suelo, nuevo tema a medio tiempo, antes del otra vez incandescente Las Últimas Habitaciones, la cautivadora Plomo En Los Bolsillos y Pedimento, insuperable broche con el personal gen andaluz de Romero poniendo la guinda final. El toque definitivo a un disco bravío y con trapío en el que, con la identificable pulsión del grupo por bandera, la música vuelve a latir a diferentes velocidades. Esgrimiendo a la hora de envolver las letras una misma voracidad emocional. A la hora de vestir de fiesta los imantados textos de Kutxi, los cuales, disparados a dar desde lo más profundo de su ser, volverán a hacer diana en las almas de sus cada vez más numerosos seguidores. Marea, en su hambre mandan ellos. Los cinco, Kutxi, Kolibrí, César, el Piñas y Alén, siguen llevando las riendas de su rock jornalero. La voz cantante. Y así lo vuelven a poner de manifiesto por medio de un CD, En Mi Hambre Mando Yo, de marca y denominación de origen propia, la de los Marea. Quienes, nuevamente decididos a hacer algo que se vea, lo han vuelto a conseguir: hacer algo que se ve con los oídos y se escucha con el corazón. Derrochando personalidad y dejando claro con estos flamantes diez mandamientos con forma de canciones, con sus instrumentos y corazones perfectamente afinados, que la magia continúa. Que las cosas requieren su tiempo y que, como el presente disco, hay que hacerlas a su tiempo. A su debido tiempo. Que siempre, en cualquier orden de la vida, hay que obrar guiados por la necesidad, ya artística, ya por el hambre de verdad. Como siempre. Como fue siempre en su caso. Marea, más que un valor al alza, es oro puro, toda vez que nunca se deprecia. He aquí, en el presente disco, la prueba de lo dicho una vez más.

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