2011/07/14

MIEDO AL AMOR NUEVOS CAPÍTULOS de LA NOVELA ESCRITA por VICENTE RAMIREZ LUCAS


NUEVOS CAPITULOS DE LA NOVELA ESCRITA

POR VICENTE RAMIREZ LUCAS

"MIEDO AL AMOR"




Lucky ladraba y no hacía caso a Lucia, ella no le daba importancia porque el perrito era muy travieso.
Lucky intuía algo de lo que se avecinaba.
(Ella) ¿Qué te pasa Lucky? el perro estaba nervioso, no se fiaba, su sentido le decía que algo iba a pasar; Lucky empezó a ladrar con dirección al jardín.
Ella empezó a sospechar al ver que Lucky ladraba  a la puerta de la casa, por lo que  cerró toda la vivienda y puso las alarmas de la finca.
La noche era muy fría y lluviosa. De repente, una furgoneta aparcó en la puerta trasera de la casa y bajaron unos individuos provistos de pasamontañas y malas ideas.
La intención de la banda era anular las alarmas y se dispusieron a cortar los cables.
En  el interior de la casa, Lucia aseguró bien las puertas y se acostó.
De nuevo, los gruñidos de Lucky hicieron que Lucia se levantara y encendiera una luz potente que iluminó la entrada de la casa.
La banda cortó los cables de las alarmas y entraron por una ventana con artilugios muy sofisticados.
Los atracadores se dispusieron a robar todo lo que encontraban en su camino, que era mucho, porque la modelo era una amante de las obras de arte. Ella, asustada en su habitación con su perrito y gatito, esperaba acontecimientos.
Su intención inmediata era llamar a la policía, pero no iba el teléfono y habían anulado la cobertura del móvil con un inhibidor.
Le tiraron la puerta abajo
(Ella) Por favor, llévense lo que quieran, pero no nos hagan nada.
El jefe de la banda, al ver tan elegante y atractiva mujer, joven, guapa y esbelta, le dijo:
Desnúdese, que la quiero ver.
(Ella) Por favor, ¿qué quiere de mi? llévese lo que quiera, en la caja fuerte tengo dinero, pero no nos hagan daño.
(El)El, al verla tan bella y atractiva, le dijo: Me apetece  acostarme con una mujer como usted y hacer el amor.
(Ella)No,¡ por favor!.
(El) No me obligue a hacerlo por la fuerza, me gustaría su complacencia si no quiere que sus animalitos sufran más de la cuenta.
(El) Cogió al gatito y le dijo:¿ quiere despedirse de él ?
Ella, ante la situación que estaba viviendo y sufriendo por sus animalitos, accedió.
(El) Vamos a follar que tengo hambre.
El se volvía loco ante un cuerpo tan esculturar  y consumió la violación.
Ella hacía gestos de llorar y rabia, mientras él disfrutaba con una mujer de singulares características, una modelo de alto standing.
(El) No le vamos a hacer daño por haber accedido a follar conmigo.
Ella tampoco opuso mucha resistencia ante esa clase de individuos, con el fin de evitar el menos daño posible y que se marcharan.

Juan llamó, como ella le pidió, pero no le daba señal el teléfono. 
Pensaba, ¡qué raro! Ni el fijo ni el móvil.
Juan arregló a su madre,  que estaba inválida, la dejó acostada y le dijo: Mamá, ahora vengo, voy  a un recado, no tardaré.
Juan salio hacia la finca, temía  que algo podía pasar; se fue a toda velocidad y cuando llegó lo vió todo a oscuras. Juan llevaba en el coche una potente linterna de las obras, que le sirvió de guía para ir en busca de Lucia.
CONTINUARÁ……………………….

Quinto  CAPITULO

Juan llegó hasta la habitación y la encontró inconsciente, desnuda en el parquet  y le dijo: (EL) Por Dios, Lucia ¿qué ha pasado? ¡Despierta!. El le hizo el boca a boca y ella se espabiló
(Ella)Juan, ha sido muy fuerte, nos han atracado. Mira lo que me han hecho:
¡Me han violado!
(Ella)Se abalanzó llorando ante Juan .Por favor, ayúdame,que no puedo con mi alma.
Ella estaba tal como la dejaron, desnuda. Juan la cogió en brazos, la trasladó a la cama,  la vistió como pudo y se la llevó al Hospital.
En el Hospital tuvo que quedarse ingresada, debido a su lamentable estado.
Juan se quedó en la sala de espera. Salió el médico y le dijo: ¿esta joven es algo de usted? El  se quedó pensativo y no sabía que decirle al médico. Perdone, sí es una amiga.
El médico le preguntó: ¿qué le ha pasado? Juan le contó lo sucedido y el médico dijo: ¿ha llamado a la policía? Juan le respondió: No, lo primero que he hecho es traerla al Hospital.
El médico y Juan llamaron a la policía que inmediatamente se personó en el Hospital. Le hicieron una especie de interrogatorio a Juan. ¿Quién es usted? ¿De qué la conoce? ¿Dónde estaba usted? Juan: Sres., que parece que sea yo el culpable.
El policía: Perdone, pero es nuestro deber; acompáñenos a la casa. Los dos policías y Juan se dirigieron a la casa para ver lo sucedido.
La policía requirió los servicios de los compañeros de científica, tomaron huellas y fotografías de lo sucedido.
Una vez terminó la policía, acercaron a Juan al Hospital.
El médico le dijo que tenía que quedar ingresada. Habia perdido mucha sangre y estaba grave. Juan se asustó. Ella estaba sedada, dormida y Juan permanecía a su lado, cogidito de su mano. Ella  medio se despertó y se llevó una gran alegría cuando se dió cuenta que era él. Le dijo: ¿eres tú cariño? El le respondió: Sí,Lucia ¿cómo te encuentras? Mal, pero teniéndote a ti cerca, bien.
(El)Lucia, ¿sabes que te tienes que quedar ingresada? Estás muy malita.
(Ella) Sí, cielo.
(El) No te preocupes que voy a estar contigo, con mi madre ya me lo arreglaré como pueda.
(Ella) Juan me sabe mal donde te he metido, lo feliz que estarías con tu madre.
(El) Ahora también soy feliz a tu lado, Lucia.
(Ella) Le cojió la mano y con lágrimas en los ojos le dijo: Juan, ¡te quiero!
(El) Le respondió: Lucia, nos queremos, pero  ahora lo que nos importa es que te pongas fuerte y salgamos de aquí.
(Ella) Sí, mi amor.
(El) Le dió la merienda. Ella no tenía ganas de comer pero Juan, a la fuerza, le hizo comer. Ella  se sentía tan enamorada de Juan que cada vez que él le acercaba la comida  a la boca, no podía resistirse.
(El) Lucy, me marcho. Luego me paso a la hora de la cena.
(Ella) ¿Dónde vas mi amor?
(El) Voy a ver a mamá, a darle  la cena y me vengo a estar contigo.
(Ella) ¿Me vas a querer dar un beso, o sigues teniendo miedo al amor?
(El) Acercándose a ella le dió un beso en la frente.
(Ella) Juan, ven aquí y siéntete muy hombre. Ella le cojió de la mano y se lo recostó sobre su cama para darle un beso apasionado. El, medio asustado: ¿Qué haces Lucia?
Los dos enroscaron sus bocas.
Ese fue, sin duda, el primer gran beso que se dieron los dos. Estaban conmocionados, las sensaciones de aquel momento eran muy difíciles de explicar: sólo ellos lo sabían.
Sexto  CAPITULO

Los dos se quedaron en éxtasis, se miraron a los ojos fijamente y Lucia le dijo:
(Ella)¿Qué te ha parecido, cariño?
(El) Eres muy mala, me marcho, hasta luego, mua.
(Ella) Mua, ¿no quieres otro?
(El) Me marcho, adiós.
Juan se sentía otra persona, era  la primera vez que una mujer le besaba de esa manera.
Lucia, sola en la habitación 115 del Hospital Primero de Mayo, piso 5, pensaba: ¡Que chico!, cuanto lo quiero, con esa carita y tan virgen, estoy loquita por él.
Ella recibió la visita del médico de guardia, un joven Doctor guapo y atractivo que la saludó.
(Dr.) ¡Que tal! ¿Cómo se encuentra, Lucia?
Acostumbrada a su médico, Dr. Peláez, ya de cierta edad, que la trataba  desde el primer día, quedó sorprendida al recibir la visita del  joven  médico Dr. Ricardo.
Todos estaban impresionados por la belleza, el físico que poseía la joven modelo, llamaba la atención hasta acostada.
(Ella) Mejor, usted¿quién es?
(Dr.) Lucia, soy tu médico de guardia.
(Ella) Estoy un poco mejor, pero bastante floja.
(Dr.) Vamos a ver, que te osculte y te dé un vistazo.
(Ella) Sí, Dr.
Ella se subió la camisa del pijama.
(Dr.) La oscultó, quedando extasiado ante tan escultural cuerpo.El Dr. le preguntó: ¿de qué trabajas, Lucia?
(Ella) Soy modelo profesional.
(Dr.) Se te nota, eres y estás muy bella. ¿Qué te pasó?
(Ella)Dr., perdone, pero fué tan desagradable que no quisiera recordarlo.
(Dr.) ¿Vives con alguien?
(Ella) No y sí. Hay una persona que ha entrado en mi vida de una forma muy especial, le tengo un amor personal.
(Dr.) Muy bien, Lucia. Si te parece voy a hacer unas visitas, luego paso a estar un ratito contigo y te miro como estás de tensión y fiebre.
(Ella) Gracias, Dr.
El Dr. quedó como todos, enloquecido por tan linda y atractiva mujer y pensaba: Menudo monumento, qué medidas.
Al cabo de un rato, de nuevo el Dr. llamó a la puerta de la habitación 115 y preguntó:
¿Se puede?
(Ella) Adelante, Dr.
(Dr.) Llámame Ricardo. A ver  el termómetro (que estaba sobre la mesita). Tienes unas décimas, veamos los puntos.
(Ella)Se bajó el pijama y el Dr. inspeccionó la herida
(Dr.) ¡Qué salvajes,vaya gentuza, comó llevas esto!
 El Dr. la miró con mucho cariño y la tocó. ¿Te duele?,
(Ella) Un poquito
(Dr.) Voy a llamar a la enfermera para que te cure.
El Dr. la atendía como si fuera algo de ella. Le estaban pasando muchas cosas por la mente, era tal mujer que a  todos les pasaba lo mismo, se quedaban hipnotizados.
Ese fué uno de los motivos por los que Lucia comprara la finca y quisiera vivir aislada de todo el mundo, sobre todo de los hombres, porque despertaba grandes deseos
en ellos y no la dejaban vivir de tanto acoso. O como piensa ella: todos menos uno, Juan.

Séptimo  CAPITULO

Vino la enfermera, la curó y se quedó dormida.
Luego llegó el Dr. y se sentó junto a ella mientras dormía.
Ella, medio dormida, extendió la mano hacia el sillón y apretandolé la mano al Doctor dijo: ¿Ya estás aquí, cariño?
En ese momento se abrió la puerta de la Habitación 115  y entró Juan.
(J)¿Esto qué es?
(Ella) Juan, cariño, no pasa nada, te explico.
(Ella) Es el Dr. que ha querido estar un ratito haciéndome compañía y estaba dormida, me desperté en sueños y le cogí la mano creyendo que era la tuya.
(A Juan no le gustó lo que estaba viendo).
(Dr.)Perdone, solo deseaba acompañarla, nada más.Me marcho.
(Juan estaba enfadado)¿Esto qué es, Lucia? Entro  y te veo cogida de la mano del Dr. Nada más faltaba que os hubiera visto besándoos.
(Ella) Cariño, ¿estás celoso, mi amor?
(El) Lucia, ¿tú qué crees?
(Ella)Cojió a Juan, se lo recostó sobre ella y le dijo: ¡Te quiero!
En ese momento le trajeron la cena y Juan se disponía a dársela: un hervidito, merluza y un plátano.
Juan  levantó la cama, le puso la bandeja delante y le dió poco a poco la cena. Ella tenía apetito.
(Ella) Juan, ¿me ayudarás a comérme el plátano?
(J) Cogió el plátano y pelándolo motivó las risas de ella.
(Ella)¡Qué hermoso! ¿es como el tuyo?…
(J) Algún día lo sabrás.
(Ella, entre risas) ¿No tardarás mucho, verdad?
(El) Lucia, Lucia.
(Ella) Celosin ¿estás mejor?
(J)¿Tú qué crees? Ven, dame un beso, mi amor.
(J) La besó apasionadamente.
(Ella)¿Y mamá, como está?
(J) Bien, la dejé arregladita, le di la cena como a tí, le conté lo nuestro pero le he dicho que no se preocupe, que no hay nada, sólo amigos.
(Ella) Sólo amigos ¿de verdad?                                           
(J) Calla, tonta.
(Ella) ¿Te vas a quedar por si viene el Dr?
(J)¿Quieres que me quede o me marcho?
(Ella) ¿Te digo lo que quiero?
(Ella) Acuéstate aquí, te dejo un ladito ¿te atreves?
(J)¡Estás loca!
(Ella) Por ti.
(J) Se quedó dormido en un confortable sillón, cogidito de la mano de Lucia.
Ella dormía plácidamente junto a Juan.
Sobre las cuatro de la madrugada se abrió la puerta de la habitación 115. Era el Dr. Ricardo que venía a dar un vistazo para ver como se encontraba Lucia, pensando que estaba sola, los encontró a los dos cogiditos de la mano y dormidos.
(Dr.) Los despertó y le dijo a Lucia que se pusiera el termómetro y a Juan le ordenó que saliera fuera.
(A Juan se lo llevaban los demonios).
(J) Este tío me tiene mosca.

Octavo  CAPITULO

(Dr.) Lucia, tienes mucha fiebre, voy a tener que llevarte al quirófano para verte mejor por dentro.
El Doctor salió fuera al pasillo, donde estaba Juan, y le dijo: ¿usted, qué es de ella?  
A Juan, lo primero que se le ocurrió, fué decirle: Su novio.
Mire, nos la vamos a llevar a la UCI, para tenerla mejor vigilada.
El doctor no esperaba que le dijera novio, y convulso le comentó a Lucia: tu novio ya sabe que te vamos  a llevar a la UCI.
(L) Se dijo para ella: ¿qué le habrá dicho, que soy su novia? ¡Qué  alegría!
El Doctor se había enamorado ciegamente de Lucia y quería tenerla controlada cerca de él.
Vinieron a llevársela a la UCI, Juan la acompañó, cogiditos de la mano. Ella le decía: Juan, no te vayas, no me dejes.
(El) Cariño, no te preocupes.
(Dr.)Usted no puede estar con ella en la UCI.
(El Doctor entró con Lucia en la UCI)
(Dr.) Lucia, perdone lo que le voy a decir: Me he enamorado de usted, me ha trastornado, desde que la ví y la ausculté no he dejado de pensar en usted.
(Ella) Por favor Doctor:No, que yo solo tengo a Juan, que lo es todo para mí y no puedo querer  a nadie más.
(Dr.) Lo siento, Lucia, la quiero para mí.
El Doctor le dió una pastilla y la sedó.
Juan, mientras tanto, yacía en la habitación 115, pensativo y preocupado por la situación de Lucia. ¡Qué extraño! yo no noté que tuviera fiebre, si se encontraba bastante bien.
El doctor deseaba verla otra vez desnuda y la destapó, mientras ella dormía sedada la contemplaba hipnotizado, contra más la miraba, más le gustaba.
El Doctor la trasladó a un Box que había junto a la UCI, tenía deseos de besarla y poseerla.
Juan seguía nervioso, abandonó la habitación y, como si supiera que algo estaba pasando, salió en su busca. Intentó  meterse en la UCI, vistiéndose con un batín verde que se encontró colgado en una percha, lo logró y vio que en la sala no estaba ,le preguntó a una enfermera:  Por favor¿ la paciente Lucia?. Creo  que está con el Dr. Ricardo, en el Box.Juan entró en el Box y se encontró a Lucia dormida y al Doctor abusando de ella. Juan  lo cogió y le dijo de todo. Le dió un empujón que lo tiró contra la pared  y, sin pensárselo, llamó a la policía.
Acudió la policía y se lo llevaron a comisaría.El joven Doctor tenía antecedentes por abusos sexuales  y acosos contra su ex novia y otras mujeres. En  el Hospital le abrieron un expediente.
Juan pidió que volvieran a llevar a Lucia a la habitación.
La dirección del Hospital les pidió disculpas.
(Una vez en la habitación los dos)
(Ella) Cariño, cuantos trastornos te causo, ¿porqué  te cruzaste en mi camino?
(El)Lucia, era nuestro destino el que nos juntó a los dos.
(Ella) Juan ¡Te Quiero, te Quiero!
(El) Si, cariño, pero ten calma, vamos muy deprisa, esto se nos escapa de las manos. Me sabe mal que te quedes sola, con ese cuerpo y con tu belleza, enamoras a cualquiera.
Estaba amaneciendo en el Hospital Primero de Mayo, Habitación 115. Juan se disponía a marcharse a su casa, para ver cómo había pasado la noche su madre.
(El) Lucí, me voy a marchar a ver a mamá.
Noveno  CAPITULO

Vendré lo antes posible para hablar con el médico que te atiende, Dr. Peláez, a ver si te dan el alta  y nos vamos a casa.
Juan había  pedido unos días de permiso por su madre, pero más que nada eran por Lucia, él se lo hizo saber.
(Ella) Gracias mi amor, nunca olvidaré lo que estás haciendo por mí, cariño esto se llama amor.
(El) Un beso, que me voy.
(Ella) Cuando él se acercó a darle un beso, ella lo abrazó con pasión.
(El) Lucia, Por favor, no empecemos.
(Ella) Siento mucho por tí, no puedo controlarme, me muero por tí.
(El) A mi me pasa lo mismo, pero el miedo me puede.
Juan salió de la habitación del Hospital y se fué en busca de su madre, que se hallaba acostada en su cama.
(J) Mamá, ya estoy aquí, ¿cómo has pasado la noche?
(M) Muy mal hijo, no me encuentro nada bien, estoy muy preocupada.
La madre de Juan, la Sra. Juana, se interesó enseguida por Lucia, preguntando por ella.
(M) Juan ¿Cómo ha pasado la noche Lucia?
(J) Bien, mamá.
Juan no le contó los incidentes acontecidos en el hospital con el consabido Dr. Ricardo, no quería preocupar a su madre.
Juan la aseó y la dejó en su sillita de ruedas.
De repente, a la Sr. Juana se le ocurre decirle a su hijo Juan, llévame  a ver a Lucia al Hospital.
(J) Mamá, tú no estás para esos jaleos.
(M) Sí, hijo, quiero conocer a la mujer de tu vida.
(J) Mamá, todavía no hay nada, sólo somos amigos y punto.
(M) Venga, arréglame y llévame, hijo.
(J) Está bien mamá, pero es muy pesado para ti ,ya lo veras.
Juan  arregló a su madre y salieron los dos hacia el Hospital, a ver a Lucia.
La Sra. Juana, a pesar de su delicada salud, era una mujer muy fuerte de ánimos; ella  le ocultaba a su hijo que había tenido una recaída en sus distintas patologías y estaba grave, y con previsión de que algo le pudiese ocurrir, deseaba conocer a la mujer de su hijo, de la que tanto y bien le hablaba, por lo que ambos marcharon hacia el hospital Primero de Mayo, habitación 115.
Llegaron al Hospital.Juan entró primero a la Habitación.
(Ella)Juan, cariño ¿ya estás aquí?
(J) Sí, mi vida, te traigo una sorpresa.
(Ella)¿De qué se trata, mi amor?
Juan salió de la habitación y cogió la silla de ruedas que portaba a su mamá, junto a un ramo de flores, y entraron a la habitación.
(Lucia exclamó con naturalidad y con mucho sentimiento) ¡Eres tú, mamá!
(M) Sí, hija, ahora comprendo a mi hijo porqué está tan enamorado de tí, aunque él cree que no se lo noto, porque lo sabe llevar muy bien, eres muy bella.
(L) Pero,¿ porqué ha tenido que venir a verme?Yo iré cuando salga de aquí .Juan me habla mucho de usted y le he tomado mucho cariño, y ahora que la conozco aun más.
(M) ¿Cómo estas?
(L) Estoy mejor Sra. Juana, en  dos días me dan el alta y usted ¿cómo se encuentra?
(M) Yo mal, hija, he tenido una recaída. Juan no lo sabe.
(J) Pero, mamá ¿a qué te refieres?

Decimo  CAPITULO

La Sra. Juana ocultaba algo a su hijo, que empezó a preocupar a Juan, se les veía muy feliz a los tres juntos en la habitación del Hospital.
(M) La Sra. Juana les dijo hijos, llevarme  a una residencia, soy un trasto para vosotros, necesitáis estar mucho tiempo juntos, consolidando vuestro amor.
(L) Mama yo no lo voy a permitir ustedes se van a venir a vivir a la finca.
(J)Mama que dices, de llevarte  aúna residencia, tu residencia esta junto a nosotros, para los dos tu eres primero, antes que nuestro amor, así lo tenemos hablado desde un principio.
Lucia se empeño en que se fueran a vivir a la finca, pidiéndoselo  encarecidamente a ambos, después de pros y contras la Sra. Juana pensando en la felicidad de ambos, accedió a la petición de Lucia
(L) Le digo mama yo te cuidare, no tengo mamá y la echo de menos, mi mama murió siendo yo muy pequeñita y te necesito.
(M) Pero hija mira como estoy, tu no te mereces esto tan joven tan bella, cargar  con migo.
(L) Mama, eres la madre de mi futuro esposo, y eres mía, por favor mama no te niegues venirte a casa.
Después de una larga conversación entre los tres, aceptaron ir a vivir a la finca.
Juan se fue a llevar a su madre  a casa y una vez allí Juan le dijo a su madre ¿que te parece Lucia mama?
(M) me ha gustado mucho hijo, ante todo muy guapa, con  un gran corazón y que te quiere mucho, hijo que es lo principal esta muy enamorada de ti y es lo que quiere una madre.
(J) Gracias mama, es lo que esperaba oír de ti, te quiero.
Juan dejo a su madre en casa la dejo arreglada y volvió al hospital.
(J) ¿Se puede?
(L) Adelante, cariño.
(J) ¿Que te pareció mama?
(L) Muy buena, igual que tú, vamos a ser muy buenas amigas ya lo veras.
(J) ¿Como nos vamos arreglar?
(L) No te preocupes, tú a tu trabajo y yo al mío, mama.
Juan no sabía cómo agradecerle todo lo que esta oyendo de labios de Lucia
Juan le iba a dar un beso en la frente y ella no le dejo, le dijo de eso nada, lo cogio y se lo enrosco en su boca. Y vinieron las emociones, sudores y temblores  se quedaron
Atontaditos. No sabían que decirse era mucho lo experimentado en ese beso.
A Lucia la iban a dar el alta a la mañana siguiente.
Juan fue  a recogerla al Hospital para  llevarla a la finca.
(L)¿Juan me ayudas a vestirme?
A Juan no le parecía bien tenerla que vestir, pero  no hubo mas remedio.
Juan accedió a vestirla,
(L)¿Cariño que te da corte? voy a ser tu mujer algún día somos, uno.
(J) Si pero esto para mi es muy violento ahora somos amigos.
(L) Calla tonto, ahora llamare a otro hombre que me ayude.
(L) Ven, ves a mi armario y tráeme la ropa, sujetador, camiseta y falda, y chaquetón.
Juan se disponía ayudar a vestirse a Lucia.
(L) le dice quieres que me cambie en el servicio  o aquí
(J) le dice en el servicio
(L) no quieres verme
(J) cariño si pero….

Undécimo  CAPITULo (11)

Lucia estaba algo floja de tantos días en el Hospital y lo malita que había estado, se sentía algo indispuesta  y Juan no tuvo más remedio que vestirla.
(L) Cariño, voy a sentarme en la cama, trae el sujetador, porfa.
Juan se disponía a ponerle el sujetador. Cuando Juan la vio, exclamó:Lucia ,estoy impresionado por tu cuerpo, ¡que senos tienes más bien puestos!
(L) ¿Quieres tocarlos? son tuyos.
Lucia le cogió la mano y se la puso encima de ellos, pero él se resistió, abrumado por sus miedos, aunque al final le abrochó el sujetador.
Lucia le dijo: tráeme  las braguitas, que están en el cajón.
Lucia se disponía a cambiarse de bragas, ante la mirada desorientada de Juan.
(L) Ayúdame, Juan.
Juan no quería mirar, porque se sentía raro, pero  ella posó desnuda ante él.
Juan: Mírame, cariño, no pienses nada más, te comprendo y solo quiero que me veas; soy tuya, ya te pertenezco, no temas que no va a pasar nada, soló contémplame.
Juan la miró y no tenía palabras ante lo que sus ojos estaban viendo.
Los dos se abrazaron y se besaron, se dejaron llevar por sus impulsos ante tal situación.
(J)Lucia, tenemos que controlarnos, parecemos  niños.
(L) Cariño: ¡Qué somos sino un niño y una niña que se aman con miedo!
Por fin, Juan vistió a Lucia. Esta se encontraba bastante floja y se tuvo que coger a Juan.
(Lucia pasó al servicio)
Juan, mientras, recogía los  enseres de la habitación 115 del Hospital.
 Lucia tenía la puerta del servicio un poco abierta y entonces llegó la enfermera.
(E) Buenas: esta es el alta de su esposa Lucia.
Juan fue a corregir a la enfermera, pero algo pasó por su mente.
(J) Mire, señorita…
Juan iba a decirle que no era su esposa de momento, pero  no pudo.
(J) Si, perdón, dígame.
(E) Aquí tiene el alta de su señora, cuídela que es muy guapa.
(J) ¿Tenemos que volver?
(E) Si, aquí se lo indico: dentro de dos meses.
(J) Gracias por todo, señorita.
En eso que salía Lucia, y la enfermera le dice:
(E) Mire, le he dejado todo a su esposo, cuídese.
Lucia estaba muy contenta por lo que estaba oyendo.
(L) Muy bien, si mi esposo lo tiene todo, gracias.
Lucia se lo pasaba en grande con el cachondeo del esposo y la señora.
Ambos abandonaron el Hospital Primero de Mayo y salieron con dirección a la finca.
Ella se sentía muy feliz por tener a Juan a su lado.
Lucia, cogiéndolo de la mano, le dijo:Juan ¡te quiero!
Los dos, muy felices, llegaron a la finca, que  se encontraba algo abandonada ante la ausencia de Lucia.
(L) Cariño, por fin en casa, ¡que ganas tenia!
Nene, ves preparándolo todo para traer a mamá.
(J) Si, Lucia, lo antes posible, porque las dos estáis para cuidaros.
Juan la llevó a casa y tuvo que ayudarla a bajar del coche, porque ella estaba muy débil.
(J) Voy a tener que adelantar la llegada de mamá a la finca, porque no podéis estar solas, necesitáis  cuidados.
(L) Si, cariño, ve a por ella.
Juan acostó a Lucia; mientras lo hacía, ella seguía con el cachondeo.
(L)Juan ¿me ayudas a denudarme?
Duodécimo  CAPITULo (12)

(J) bien, cariño, pero esto no es así, somos amigos, nos estamos pasando.
(L) ¡Ah, yo creía que éramos esposos!
(J) Eso decía la enfermera.
(L) ¡Que tontito te pones!
De nuevo, Lucia se desnudó para cambiarse de ropa y ponerse el pijama delante deJuan.
Juan miraba para otro lado, pero ante tal escultura no podía resistirlo.
(L) Si no hacemos nada malo cariño, esto es muy normal, tú y yo, ahora, somos como hermanos.
(J) Me está dando, todo esto, mucho miedo.
(L) Pero, Juan, si tú y yo, por desgracia, no quieres que nos acostemos juntos todavía, aunque yo a veces lo deseo, porque te siento mío, mi amor.
(J) Luego hablaremos de esto.
(L) Está bien, miedoso.
Juan acostó a Lucia y se fué a por su madre, para traerla a la finca.
(J) Mamá, ya estoy aquí. Te voy a preparar lo necesario y ya vendré con un camión para hacer el traslado.
(M) Muy bien, hijo ¿Cómo está Lucia?
(J) Bien, mamá, la he dejado acostada.
Juan cogió lo imprescindible de su madre y de él y salieron para la finca.
Llegaron a la finca,y lo primero que hizo Juan fué bajar a su madre y subirla a la casa.
(J) Lucia, ya hemos llegado.
(L) ¡Que alegría me dais!
Lucia se levantó de la cama; se sentía algo más fuerte y les acompañó a sus habitaciones.
Lucia, dada la situación de mamá, quiso que todos vivieran en la planta baja.
(L)Mira, mamá dormirá aquí, hay otra camita por si necesitas estar con ella, Juan.
(L) Tú, Juan, aquí en la habitación, al ladito de mamá; yo estoy enfrente, estamos  muy cerquita  todos.
Una vez todos aposentados en sus habitaciones y, ante la situación de la madre de Juan,  Lucia, había pensado lo siguiente: Voy a tener que buscar una asistenta que nos ayude.
Lucia pensó en una amiga, ex compañera, una modelo que estaba sin trabajo, Mireia, que podía encargarse de cuidarlas.
Cuando estaban todos en el salón, Lucia  comentó el tema.
(L) Mamá, Juan, he pensado en decírselo a una buena amiga mía, que está sin faena y es muy de casa, hablaré  con Mireia a ver qué me dice.
(M)¡Cuanto trastorno te estamos ocasionando, hija!
(L) Mamá, ¿Y lo que Juan está haciendo por mi? No tiene nombre, se comporta como un esposo.
(J) Lucia, nos hubiéramos apañado de cualquier manera.
(L)Tranquilo, mi amor.
Lucia llamó a Mireia. Le contó todo y ella le dijo que sí, que ahora era un buen momento porque  no había casi trabajo  y que por la mañana hablaria con ella.
Al dia siguiente, a primera hora, se presentó en la finca Mireia, una  joven tan atractiva como Lucia.
Mireia llamó al timbre.
(J) Juan abrió la puerta.
(Mi)Hola, tú serás Juan.
(J) Sí, tú debes ser Mireia.
(J) Pasa, ahí está Lucia. (Juan,cuando la vió, tan monumental, elegante y despampánate, la comparó con Lucia, ya que eran muy iguales)
Mirella y Lucia se abrazaron porque eran muy buenas amigas.
CAPITULo DECIMO TERCERO (13)

Lucia le explic            ó todo:
(L) Mira, esta es mamá, la pobrecita ya ves como está; ella es la madre de Juan y ahora también mía. Este  es Juan, bueno, no sé todavía como presentártelo, si  como mi esposo, novio, marido, hermano, amante, aunque  mejor es todo a la vez.
Lucia se acercó a Juan y le cogió por la cintura diciéndole:
(L)¿Qué somos, mi amor?
(J) Muy buenos amigos.
A Mireia le extrañó que Juan dijera amigos.
Mireia enseguida se familiarizó con todos, ya que era una chica encantadora.
Lucia era muy feliz al ver que Juan se había venido a vivir a la finca y así tenerlo tan cerca, igual que a mamá.
Las noches pasaban muy tranquilas; después de cenar, de cambiar a mamá y acostarla, se quedaban un ratito hablando Lucia, Mireia  y Juan.
Hablaban de todo, a Lucia le gustaba comprometer a Juan con conversaciones con las  que Juan se sentía incómodo.
(L) Juan, ¿cuándo me vas a pedir la mano?
(J) Algún día.
(L) Juan, te necesito, desde  que te cruzaste en mi camino, te ví tan diferente, que mi vida no la concibo sin tí.
(J) Sí, mi amor, gracias, pero ya me tienes aquí contigo, no te quejes.
(L) Juan, te quiero tener más cerca.
(J) ¿Aún más?
(L) Sí, mi cielo.
(J) Cariño, por favor, contrólate.
(L) No puedo, por más que lo intento, no puedo.
Lucia se levantó del sillón y se sintió indispuesta, tuvo  una especie de mareo.
(J)¿Qué te pasa, cariño?
(L) Me ha dado un mareo, amor, y tengo angustia.
Juan cogió a Lucía y llamó a Mireia para que fuera a ayudarla, llevarla a su habitación y acostarla.
(J) Mireia, avisa al médico, Lucia no se encuentra bien.
(L) No, cariño, no llaméis a ningún sitio que esto no es nada, sólo es un mareo.
Lucia se empeñó en que no llamaran y todos se fueron a dormir.
(Mi) Lucia ¿quieres que me quede contigo?
(L) No, gracias, quédate tú, Juan.
(J) Está bien.
Juan pasó la noche en la habitación de Lucia; él se sentó junto a la cama, pero Lucia no se lo permitió.
(L) Juan, ven, acuéstate aquí, a mi ladito, no sea que te enfries.
(J) Por dios, Lucia.
(L) Mi amor, si no vamos a hacer nada, no ves que no te dejas, tienes miedo.
Juan  accedió a acostarse junto a Lucia y los dos durmieron plácidamente, guardando las distancias.
Muy temprano,Juan se fué a su habitación.
A la mañana siguiente, se vieron todos en el desayuno y la mamá, preocupada, preguntó: ¿Qué  te pasó, Lucia?
(L) Nada, mamá, sólo ha sido un mareo.


CAPITULo DECIMO cuarto (14)

Mireia y Juan se cruzaron en la ducha.
(J) Hola, Mireia.
(Mi) ¿Cómo se encuentra Lucia?
(J) No está bien, desde el accidente no es la misma.
(Mi)¿Qué accidente, Juan?
(J)¿No sabes nada?
(Mi) No.
Juan se lo contó todo, lo del atraco, la violación y lo del médico.Y como se conocieron  y lo que se quieren en el buen sentido de la palabra ,respetándose, aunque la situación es cada vez más difícil porque Lucia está muy enamorada . Pero, Juan, por su madre no quiere comprometerse del todo, le da miedo enamorarse ciegamente.
A Mireia le gustó la sinceridad de Juan con ella.
Juan consideraba a Mireia una buena amiga, por el cariño que le tenía  a Lucia.
Mireia era una joven muy parecida a Lucia, una escultura y un físico muy atractivo, digno de su profesión.
Mireia  trataba  a la Sra. Juana como si fuera su madre, también le decía mamá.
(Mi) Mamá, voy a cambiarte y a ponerte guapa.
(M) Gracias, Mireia, también eres muy buena.
Mientras Mireia estaba cambiando  a su madre, Juan entró en la habitación.
(J) ¿Se puede?
(M) Adelante, hijo, mira  como se portan conmigo
(J) Sí, mamá, les estoy muy agradecido a las dos, son como dos hijas.
Mireia le dice: Sí, hermanito.
(A Juan le gustó como Mireia le dijo hermanito, le hizo mucha gracia).
(A Lucia le persistían los mareos, acompañados de vómitos).
Estos hechos provocaron preocupación en Lucia, que comentaba con Mireia los malos presagios que se avecinaban.
(L) Mireia, me temo que estoy embarazada.
(Mi) No me digas¿del violador?
(L) Sí.
(Mi)¿Qué vas a hacer ahora?
(L) Pues, no sé, me temo que tendré que abortar, hablaré con Juan.
(L) Mañana me haré la prueba, para corroborar si es cierto.
En eso llegó Juan.
(J)¿Cómo está la Sra. de la casa? (refiriéndose  a Lucia).
(L) Cariño, tengo que comentarte algo.
(J)¿Qué pasa Lucia?
(L) Juan, me temo lo peor.
(J) Dime, cariño, que te ocurre.
(L) Juan, creo que estoy en estado.
(J)No puede ser, mi amor.
(L) Sí, Juan, pero no tengo la dicha de que sea tuyo.
(J) No será de quien me imagino,mi vida.
(L) Asi es, Juan,no lo quiero tener,no lo quiero.
Juan, abrazándose a Lucia,le dijo: Cariño, no digas eso,ese niño (a) no tiene la culpa de lo que te hicieron,ese niño(a)nos tiene a nosotros, seremos unos buenos padres.
Lucia estaba muy dolida, no quería a ese niño de ninguna manera,pero la insistencia de Juan le quitó la idea de abortar .
(L) Juan, ¿por qué lo has hecho?
(J) Lucia,te quiero y no deseo que lo pases mal.
CAPITULo DECIMO QUINTO (15)

(L) Ven, Juan,abrázame, ¡cuánto te necesito! contigo se que todo va a ir bien.
(L) ¡Que ganas tengo de tener un hijo tuyo!me muero, mi amor.
(J) Todo llegará.
(L) Se me está haciendo muy largo,no ponemos nada por nuestra parte; bueno, yo lo intento, pero tú siempre me dices lo mismo. (Miedo al Amor).
(J) Cariño, las prisas no son buenas consejeras, estoy aquí, me tienes¿qué más quieres?
(L) Te lo digo o no te lo digo.
(Lucia estaba loca por Juan, le hubiera gustado que ese niño fuera de Juan.)
(L) (Me las tengo que ingeniar para quedar embarazada de Juan lo antes posible.)
(Mi) Juan,¿puedo hablar contigo un momento, porfavor.?
(J) Cómo no,señorita: cuéntame.
(Mi)Juan, necesito que me hagas un gran favor,es el primero que te pido y me gustaría contar contigo.
(J) Dime, preciosa ¿de qué se trata? estoy a tus ordenes y no me puedo negar a lo que tú me pidas, te debo muchos favores, nunca mejor dicho, por mi madre.
(Mi) Juan,lo que te voy a pedir es muy atrevido.
(J) Mireia ¿qué me vas a pedir mi mano?
(M) Casi,Juan,mira tengo una gala(Fiesta) de trabajo y es necesario asistir con pareja, ha sido todo muy precipitado y el primero que me vino a la mente eres tú.
(J) Pero,Mireia ,¿dónde me quieres meter?
(M)Juan,cariño, todo va a ser muy normal.
Juan estaba asustado por lo que le acababa de pedir Mireia, pero algo le decía que tenía que coresponderla , aunque no queria que Lucia se enterase.
(J) Mireia ¿para cuándo es esa fiesta?
(Mi) Para el sábado a las 21:00 h, hay que ir de smoking.
(J) No puedo decirte que no, pero evitemos que se entere Lucia, creo que se podría molestar.
(Mi) No te preocupes, no se enterará, ya lo areglaremos.
(J)¿Qué se te ocurre?
(Mi) Saldré como cada sábado, ¿y tú?
(J) Que tengo una cena de trabajo, aunque esto no me gusta Mireia, déjame que me lo piense, faltan cuatro días.
(Mi)Juan ¡por favor!
(Juan no tenía más remedio que aceptar el compromiso de Mireia, a pesar de no gustarle, no quería defraudarla, su comportamiento, el trato con su madre obligaban a Juan a  complacerla)
A la mañana siguiente:
(J) Vale, preciosa, acepto tu invitación, pero ojo, ojito….
(Mi) Juan ¡qué feliz me siento! Pienso que Lucia se alegraria si lo supiera.
(J) Yo creo que no, no creo que seas una santita.
(Mi) Sí, ya lo veras.
(J) Bueno, ya me pondrás al corriente de la fiesta.
(Mi) ¿Tienes smoking?
(J)Oye ¿no me querras casar?
(Mi) Sí, conmigo, tontito.
Mireia y Juan se lo tomaron muy bien, bromeaban entre ellos y parecia que  a Juan le empezaba a gustar la idea.
(Juan pasó a ver a Lucia a su habitación)

CONTINUARA.......................................

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