2011/03/03

CALAÑA "Cal y Canto" Once composiciones que reinventan matices tras cada escucha, en las que se descubren sentimientos de rabia, dolor y vida tras cada estrofa y se respira libertad en cada compás.


Aquel duende que un Domingo Calzado pasional comenzaba a enseñar, allá por el año 2002, en el Teatro Gayarre de Pamplona o en el imprescindible Libertad 8 de Madrid, ha alcanzado ya su mayoría de edad con 'A cal y canto'.


 
Tras un primer disco, homónimo, que les llevó a ofrecer más de 70 conciertos por todo el Estado y en el que fueron producidos por Iñaki 'Uoho' Antón, Calaña se muestra ahora como un cesto, cuyos mimbres principales siguen siendo el flamenco y el rock pero con un abanico que se cierra y se abre a golpes de blues, funk, latin e incluso soul y que ha crecido notablemente a lo alto y a lo ancho.

A lo alto gracias a la aportación compositiva de Alén Ayerdi (batería) y Mariano Medina (guitarra), tándem que ha forjado la espina dorsal del álbum; y a lo ancho gracias a la fortaleza, amplitud y exquisitez que le ha dado al sonido del grupo la producción realizada por Charlie Cepeda.

'A cal y canto' se alimenta de canciones como 'Trenzas verdes', que no dejan rincón sin lágrima; 'Negrita', con guitarras que brillan en cada mirada; 'Hojas secas', travesía de tempestad, mareas, sol y luna bañada en raíces árabes; o 'Hibernar', en la que la voz de Airam Etxaniz, una de las dos nuevas incorporaciones de Calaña junto con Jorge Soto (percusiones), es capaz de quitar “las espinas del más lindo rosal”.

Once composiciones que reinventan matices tras cada escucha, en las que se descubren sentimientos de rabia, dolor y vida tras cada estrofa y se respira libertad en cada compás.

Si a todo eso le sumamos un caminar eficaz, marcado por el bajo de Oswaldo Oneca y colaboraciones como las de Tito Dávila (teclados y piano) o la del propio Charlie Cepeda (guitarras y percusiones), el resultado es un disco excepcional, que cautivará a unos por su sencillez y a otros por su complejidad, a unos por su mirada rockera y a otros por su llanto flamenco. Pero lo que está claro es que inevitablemente te atrapa, lo cojas por donde lo cojas.

'Me tiren los perros', primer single de este álbum, es la punta de lanza de una colección de canciones que discurren por calles de héroes anónimos, miradas de ojos pardos y guitarras que provocan rendiciones incondicionales.




FERNANDO F. GARAYOA

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