Hay dos tipos de soledad, la que experimentamos cuando no disfrutamos de nuestras relaciones con los demás y la que surge cuando, sencillamente, estas relaciones no existen. Cuando la sociedad no es consentida, podemos ponerle remedio aumentado nuestro círculo social y disfrutando más de la compañía de los otros.
Ø Los seres humanos necesitamos gente a nuestro alrededor. Aunque hayan personas que busquen y disfruten de la soledad, la mayoría de nosotros estamos más felices y seguros viviendo en compañía. Las relaciones con los demás colman nuestra necesidad de afecto y nos ayudan a ganar confianza en nosotros mismos.
Ø Pero hay personas que se sienten solas porque las relaciones que mantienen con los demás no son satisfactorias. La razón suele ser la poca habilidad para comunicarse y el temor a ser rechazados. En este caso, es necesario forzarse a conocer gente, olvidar la timidez y no pensar constantemente en el fracaso.
Ø Si la soledad se ha producido por la pérdida de una persona muy importante para nosotros (por un fallecimiento, una separación, etc.) es imprescindible que, tras pasar lo que se denomina el período de duelo, intentemos abrirnos a los demás y relacionamos con gente nueva.
VICENTE RAMIREZ LUCAS dirección@radiocorazonvalencia.org
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